En los últimos años han salido convocatorias en 2016, 2018 y 2021, atendiendo el calendario del Programa Nacional de Desarrollo Rural (PDR). Para el año 2023 se espera una nueva convocatoria.
Según datos ofrecidos desde la Delegación, en 2016 se beneficiaron en la provincia de Guadalajara, gracias a estos fondos, 99 jóvenes; en 2018, 73; en 2021, 107. En total, 7,7 millones de euros en los últimos cinco años, repartidos en 279 expedientes, de los que un tercio son mujeres. “Es un dinero para facilitar la creación de empresas por jóvenes agricultores y ganaderos de la provincia, para que este primer contacto con la actividad les resulte más eficaz en materia productiva y económica”, ilustra el delegado del ramo, Santos López Tabernero.
La instalación puede hacerse como persona física, en una explotación de Titularidad Compartida o en una sociedad, nueva o ya existente, agrícola y/o ganadera. Entre las condiciones: Tener entre 18 y no haber cumplido los 41 años y no haber creado una empresa agraria antes de los 24 meses anteriores a la solicitud. En en esos 24 meses podrá haberse iniciado el proceso de instalación, siendo imprescindible, al menos, acreditar en dicho periodo muestra de interés por iniciarse en la actividad agraria. Por último, es necesario presentar un Plan Empresarial para la creación de la nueva explotación que le permita instalarse en una explotación prioritaria y contar con un tutor que le asesore en el proceso de instalación.
Minucioso estudio
El Plan Empresarial consiste en un estudio en el que el interesado debe aportar, entre otros datos, el número de hectáreas, determinando una unidad mínima para que una persona o familia pueda vivir de la misma, así como el tipo de cultivo o explotación ganadera. “Previamente se analizan en cada petición diversas variables que tienen el objeto de garantizar la viabilidad”, indica Santos López. “Puede ser agricultura, ganadería, o mezclando ambas”, añade.
Las ayudas, a fondo perdido, consisten en una ayuda básica de 27.000 euros. La ayuda máxima nunca podrá superar la cantidad de 50.000 euros, se indicaba en la convocatoria de 2021. Y exige un compromiso, establecido en la Orden y que recuerda López Tabernero: “Se debe comprometer a dedicar a la actividad agraria más de 960 horas al año desde el momento de la instalación, a ser agricultor activo en los 18 meses siguientes y a instalarse como agricultor profesional en una explotación agraria prioritaria en un máximo de tres años (desde la concesión de la ayuda), lo que implica tener capacitación y estar dado de alta en la Seguridad Social en el régimen agrario, además de que la explotación tenga una dimensión determinada referente a la viabilidad económica y la mano de obra necesaria para atenderla”.
Las ayudas a la creación de empresas se pueden completar con ayudas a inversiones en explotaciones agrarias, que se pueden solicitar de forma conjunta o en convocatorias posteriores, pudiéndose recibir entre el 40 y el 70 por ciento del gasto (máximo para una persona joven que se ha incorporado en los últimos 5 años). “Por ejemplo –indica Santos López- voy a comprar un tractor, o incrementar la eficiencia energética, pues hay ayudas para los denominados planes de mejora”.
Esas ayudas son extrapolables a las inversiones de los agricultores incorporados, que abarcan todas las edades. En este marco se han presentado 446 expedientes en la provincia en las tres últimas convocatorias, que han salido de forma simultánea a la de agricultores jóvenes de 2016, 2018 y 2021, con 11,5 millones de euros de ayuda. En 2016 se han otorgado 137, con 2,8 millones de ayuda; en 2018, 46 expedientes, 1,5 millones; y en 2021, 263 expedientes, con 7,2 millones. “El resto del dinero lo tienen que aportar ellos; hay préstamos que obtienen de forma mas bonificada, por ser agricultor, debido a convenios que el consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, suscribe con entidades bancarias”, afirma el delegado.
Asimismo, la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural planifica la aprobación de una convocatoria dirigida a jóvenes que recogerá una serie de ayudas para fomentar el autoempleo en el mundo rural. Se trata –indica Santos López- de potenciar la creación de empleos en oficios, como el de fontanero, albañil, cerrajero, camarero, etc”.
Por otra parte, el Consejo de Gobierno aprobó el pasado 27 de diciembre el anteproyecto de la Ley de Agricultura Familiar y de Acceso a la Tierra en Castilla-La Mancha, una disposición que se prevé que esté lista para dentro de cuatro meses aproximadamente y que pretende atajar los problemas a los que se enfrenta este tipo de actividad y que hacen preciso el desarrollo de políticas agrarias, ambientales y sociales propicias para lograr una agricultura familiar más sostenible.
Dichos problemas, recuerda el delegado, son: la continuidad de la explotación o mantenimiento de la misma a través de las nuevas generaciones; la falta de reconocimiento del trabajo de las mujeres, especialmente cuando son cónyuges del titular; la falta de formación e información de los agricultores; dificultades derivadas del mercado de la tierra; y el proceso de distribución de los productos agrarios en el seno de la cadena de producción de alimentos, en la que la distribución de riesgos y beneficios suele ser muy desfavorable para el sector agrario.
Objetivos básicos
Con esta nueva regulación para ello se han marcado unos objetivos básicos: reconocimiento de la figura de la Explotación Familiar Agraria individual o de base asociativa, la definición de zonas que gozarán de Protección Agraria, la creación de un Fondo de Tierras Disponibles en Castilla-La Mancha, así como le implementación de otras medidas que coadyuven al impulso de la agricultura familiar en la región, con la finalidad de hacerla más sostenible.
Para más información sobre futuras convocatoria hay varios lugares disponibles: Delegación provincial de Agricultura, en la Avenida del Ejército, de Guadalajara; así como en las oficinas comarcales agrarias de la provincia: Guadalajara, Cifuentes, Brihuega, Pastrana, Sacedón, Mondéjar, Molina de Aragón, Checa, Sigüenza, Atienza, Cogolludo y Jadraque.
Estas ayudas se otorgan en una actividad cada día más profesionalizada. “Antes, en la provincia, había más personas que tenían sus pequeños cultivos como forma de ocio, pero ahora va desapareciendo; ahora hay cada vez hay más profesionales en el campo, con maquinaria, tractores, cosechadoras o herramientas específicas”, ilustra Santos López.
Desarrollo rural
Estas ayudas se contemplan en el marco del Programa de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, que fue adoptado oficialmente por la Comisión Europea el 30 de octubre de 2015 y modificado por primera vez el 12 de abril de 2017. Dicho Programa ha movilizado un total de 1.479 millones de euros de fondos públicos disponibles para el periodo 2014-2020 en el ámbito de Castilla-La Mancha.
El Programa ha financiado, en el ámbito regional, proyectos de modernización para aproximadamente 3.500 explotaciones agrarias y 2.000 proyectos de transformación y comercialización de productos alimenticios. Se ha centrado asimismo en la instalación de 2.300 jóvenes agricultores con el fin de garantizar el relevo generacional.
Desde el Gobierno regional se indica que “Castilla-La Mancha proseguirá su esfuerzo a favor de la conversión y el mantenimiento de las explotaciones de agricultura ecológica, asignando a esta medida 235 millones de euros para un total previsto de 366.000 hectáreas, al mismo tiempo que se estructurará este sector actualmente atomizado”.
El patrimonio natural forestal movilizará cerca del 30 por ciento del presupuesto, sobre todo para operaciones de prevención de incendios forestales y de refuerzo de estos ecosistemas. Por otro lado, se destinarán 134 millones de euros para ser utilizados mediante el enfoque ascendente de LEADER, que aspira a cubrir todo el espacio rural y afectará a cerca del 65 por ciento de la población. Con estas actuaciones se espera crear 2.000 nuevos puestos de trabajo.