En Guadalajara, a 7 de enero de 2025
Despedimos el año 2024 de la misma manera en que lo comenzamos en el Ayuntamiento de Guadalajara. Por un lado, trece concejales trabajando para sacar adelante la ruina heredada del anterior equipo de Gobierno del PSOE. Y, por otro, doce ediles poniendo palos en las ruedas desde la oposición para intentar que la ciudad no avance.
No hay día sin su correspondiente crítica destructiva en la prensa desde la izquierda, con el único fin de desviar la atención. Igualmente, no hay mes sin debate en el pleno en el que las salidas de tono y las faltas de respeto no sean la tónica general. Por más que intenten tirar de tópicos para ofendernos, no ofende quien quiere, sino quien puede. No van a conseguir amedrentarnos ni coaccionarnos para seguir defendiendo los postulados del sentido común.
La oposición en Guadalajara parece salida de una fábrica de pirotecnia. Adornan mucho el envoltorio con el que se lanzan al cielo, cual fuego artificial. Explotan segundos después para desplegar sus críticas entre la sociedad guadalajareña. Y, finalmente, llega el silencio, la nada. Porque la realidad es que mucha palabrería grandilocuente, pero absolutamente vacía de contenido y de realidad.
La representante de la extrema izquierda disfraza de municipalismo su espíritu comunista, globalista y wokista. Una señora que se autoproclama defensora de las mujeres, a la que no le duelen prendas en atacar de manera excesiva y feroz a las miembros del equipo de Gobierno por el simple hecho de pensar diferente. Y es que ya saben, si eres mujer de derechas, no tienes derecho a la sororidad.
En la bancada socialista encontramos un elenco de lo más variopinto. Todos ellos coinciden en una misma cosa: cada vez que hablan, miran de reojo a su amado líder buscando la aprobación. Y es que ya saben que el embajador de Pedro Sánchez en nuestra provincia es quien tiene el poder de subirles o bajarles de la voraz maquinaria de Ferraz. Un señor Rojo que parece que acabara de aterrizar en su sillón. Hace un año y medio era él quien guiaba la nave, pero la amnesia selectiva se ha apoderado de él. Todo lo que no hizo ahora es urgente para sus concejales. Y todo lo que dejó destrozado parece culpa de los que hemos llegado después.
En este 2025, solo puedo desearles a todos ellos salud. Salud para seguir viendo cómo en VOX hemos venido para decir lo que otros no dicen y hacer lo que otros no hacen. Todas nuestras concejalías seguirán demostrando que otra cultura es posible, que la seguridad es innegociable, que las familias y las personas son lo primero y que Guadalajara tiene mucho por enseñar y disfrutar.
Feliz 2025 a todos los guadalajareños de bien, y a los que intentan poner trabas al futuro, también.