Los resultados de las recientes campañas de excavación, incluida la de 2024, aportan datos cruciales para entender la transición faunística del Cretácico Inferior al Superior, marcando a Algora como un referente internacional en paleontología.
Desvelando el Origen de las Últimas Faunas Mesozoicas: Importantes Descubrimientos en el Yacimiento de Algora, Guadalajara
Algora (Guadalajara), 9 de noviembre de 2024
El yacimiento de Algora, en la provincia de Guadalajara, ha desvelado una ventana única al pasado remoto de la península ibérica. Este sitio, que data de hace aproximadamente 95 millones de años, ha sido el escenario de importantes hallazgos que redefinen el conocimiento sobre las últimas faunas de dinosaurios, tortugas y cocodrilos que habitaron Europa durante el Mesozoico.
El Valor Paleontológico de Algora
El descubrimiento inicial de restos fósiles en Algora se produjo en 2012, cuando hallazgos aislados evidenciaron el potencial del lugar como un depósito significativo de vertebrados mesozoicos. Desde entonces, se han llevado a cabo múltiples campañas de excavación, financiadas por la Viceconsejería de Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha y dirigidas por el Grupo de Biología Evolutiva de la Facultad de Ciencias de la UNED. Gracias a estas intervenciones, Algora se ha consolidado como el único yacimiento cenomaniense con una rica concentración de restos óseos en el suroeste de Europa. Su relevancia radica en la posibilidad de estudiar un periodo hasta ahora escasamente documentado, lo que ha propiciado un avance en la reconstrucción de ecosistemas del Cretácico Superior.
Una Fauna Diversa y Bien Conservada
El yacimiento de Algora ofrece una diversidad excepcional de especies. Los fósiles encontrados abarcan desde organismos terrestres, arrastrados por las corrientes hacia un ambiente deltaico, hasta animales de aguas dulces, salobres y marinas. La diversidad de reptiles es especialmente notable, destacando la presencia de dinosaurios, tortugas primitivas y cocodrilos. De todos estos hallazgos, la tortuga Algorachelus peregrina se alza como una de las especies más emblemáticas. Esta tortuga pleurodira, que retrae su cuello en el plano horizontal, fue la primera de su linaje en llegar a los continentes del norte. Los restos de esta especie han permitido descripciones detalladas gracias a su abundancia y buen estado de conservación. Se han realizado estudios morfofuncionales que incluyen análisis de su cráneo, mandíbulas, huesos apendiculares y hasta su cerebro y oídos, proporcionando información sin precedentes sobre su comportamiento y ecología.
El material de Algora no solo ha ampliado el registro temporal de muchas especies, sino que también ha permitido identificar nuevas formas, algunas exclusivas de este yacimiento. Ejemplo de ello es Carentonosaurus algorensis, un pequeño reptil adaptado a ambientes costeros que fue desconocido hasta su hallazgo en Algora. La riqueza paleontológica de este enclave sigue creciendo a medida que se llevan a cabo nuevas excavaciones, revelando una variedad de especies que contribuyen al estudio de la transición faunística entre el Cretácico Inferior y el Superior.
Cambios Faunísticos y Nueva Información sobre la Evolución
La historia que cuenta Algora es, en esencia, la de una Europa en cambio constante. Los registros muestran cómo grupos de reptiles que dominaban durante el Cretácico Inferior fueron paulatinamente reemplazados por nuevas especies más adaptadas al entorno del Cretácico Superior. Algunos linajes que se creían extintos reaparecieron en Algora, al igual que se documentó la llegada temprana de especies originarias de Gondwana, mostrando que el intercambio faunístico fue más complejo y temprano de lo que se pensaba.
Los restos fósiles, que incluyen esqueleto de tortugas marinas, cráneos de cocodrilos y dinosaurios tanto carnívoros como herbívoros, proporcionan detalles vitales para conocer la ecología de aquella época. Los hallazgos recientes de peces óseos y tiburones, por su parte, están ayudando a completar el mosaico de los ecosistemas marinos y costeros. Además, se están identificando especímenes juveniles y adultos de saurópodos, grandes herbívoros que dominaban los ecosistemas terrestres y de los que apenas había evidencias anteriores.
Contexto Geológico y Paleobotánico
El contexto geológico de Algora ofrece información clave sobre el entorno en el que vivieron estos organismos. Estudios sedimentológicos han confirmado que el yacimiento formaba parte de un ambiente deltaico con influencia marina, en el que la acumulación de restos fósiles fue favorecida por procesos de depósito fluvial y costero. Junto a los restos de animales, se han identificado restos vegetales bien preservados, incluyendo árboles de gran porte y plantas asociadas a ambientes acuáticos y encharcados. Esta mezcla de linajes, tanto terrestres como marinos, pone de manifiesto la singularidad de este enclave.
Perspectivas Futuras
A medida que se desarrollan nuevas campañas de excavación, el yacimiento de Algora continúa revelando detalles fascinantes sobre las faunas mesozoicas. Cada nuevo fósil descubierto amplía la comprensión de los ecosistemas que existieron en la base del Cretácico Superior, así como de los procesos de evolución y adaptación de las especies. Los investigadores siguen centrando sus esfuerzos en desentrañar el origen y la evolución de estas faunas, con la esperanza de responder a preguntas clave sobre la colonización y extinción de linajes, así como sobre los factores ambientales que propiciaron la excepcional concentración de restos fósiles en este lugar.