
El primer turno de Ginés Marín fue ante un gran toro de Alcurrucén, con el que firmó un brillante recibo capotero y una faena cargada de detalles de calidad. La espada se resistió al primer intento, pero a la segunda logró la estocada, lo que le valió una oreja. Ya en el tercer toro, también de Alcurrucén, Ginés Marín se topó con un ejemplar bonito que permitió una faena de temple y entrega, premiada con otra oreja. Llegado el ecuador de la tarde, Leonardo se encontró con “Casetón”, de Santafé Martón, al que toreó con gusto y conexión con el público, especialmente montando a Enamorado, cuajando una labor redonda que le valió las dos orejas y aseguró su salida a hombros. El toro, en justicia, fue premiado con la vuelta al ruedo.

La actuación del sobresaliente Chapurra resultó discreta pero siempre atenta a las necesidades de la lidia.
Concluido el festejo, tanto Leonardo Hernández como Ginés Marín salieron a hombros por la puerta grande, tras una tarde en la que el buen juego del ganado y la entrega de los diestros regalaron a la afición de Sacedón un espectáculo para recordar.









