Así es la mecánica de ‘Traitors’
En un inquietante castillo se reúnen dieciocho celebridades, cuyos perfiles, profesiones y personalidades están enfocadas para beneficiar el juego. Su misión es completar una serie de desafíos con el objetivo de ganar un botín de lingotes de plata. Sin embargo, algunos de ellos son designados como traidores entre los fieles, y con ello, arranca un juego de mentiras, confabulaciones, traiciones y alianzas para llegar hasta el final. Los traidores tienen como objetivo asesinar, uno a uno, a todos los fieles. Los fieles, por su parte, deberán descubrir y desterrar a los traidores. En este apasionante formato psicológico, ¿lograrán los fieles desenmascarar a tiempo a los traidores?
Los concursantes son la actriz, escritora y directora Abril Zamora; el actor guionista y streamer Adrián Pino; la actriz Anna Allen; la actriz de cine para adultos Apolonia Lapiedra; la windsurfista Blanca Manchón; la expolítica Cristina Cifuentes; el actor Fernando Guillén Cuervo; el exfutbolista y modelo Jaime Astrain; el exjugador de rugby Jaime Nava; la boxeadora Joana Pastrana; el periodista Juan Sanguino; el escritor y periodista Julio Muñoz Gijón; la jugadora de póquer Leo Margets; la cómica Paula Púa; el gimnasta Ray Zapata; el actor Rubén Ochandiano; la actriz Sandra Escacena; y el freestyler, músico y actor Skone.
‘Traitors España’ era el ‘reality show’ con el que HBO Max quería dar un puñetazo en la mesa y aportar un golpe de efecto de calidad hacia las propuestas españolas del género. Y, desde luego, ha sorprendido a propios y extraños de los ‘reality’ ofreciendo contenidos completamente diferentes.
‘Traitors España’ cuenta con 8 entregas de una hora y está presentado por el actor y director de cine y teatro Sergio Peris-Mencheta. Es un programa cuya versión original, desarrollada en Países Bajos, fue galardonado con el premio Rose D’Or al mejor reality y programa factual de 2022.
El formato fue creado en los Países Bajos, de donde salió también Gran Hermano, y ya tiene versiones en Reino Unido, Estados Unidos, Bélgica y Australia.
Es decir, nos esperan mentiras, engaños, estrategias, análisis, complots, pruebas para ver quién resiste más el estrés y la tensión… No se trata de convivir más o mejor, sino de desarrollar la mejor estrategia para sobrevivir en un juego de traiciones e intriga; se trata de que los 18 famosos sepan en qué compañero pueden confiar.
Lo cierto es que este innovador formato ha sabido conquistar a los suscriptores de HBO Max, porque ‘Traitors España’ ha superado en visualizaciones a la actual serie-joya del momento de la plataforma, ‘The Last of Us’. Esto posiblemente marque el camino a HBO MAx para apostar por más ‘realities’ de este tipo.
La propia directora explicaba que en cada capítulo había un pilar que sostenía el programa, “nosotros sabíamos cómo empezaba, pero no cómo iba a terminar, cada capítulo había giros de guion que teníamos que calentarnos la cabeza. La presencia de Sergio ya hizo diferente el formato” comentaba Nia.
Sergio Peris-Mencheta añadía: “No nos estaba pasando nada de lo que había pasado en los otros formatos, todo lo que estaba previsto que no ocurriera, ocurría”, “aquí trabajan en equipo porque es la única manera de sobrevivir, pero al final solo gana uno, todos se van a tener que traicionar en algún momento”.
En Traitors España todo se concentró en el castillo de Sigüenza, situado en Guadalajara. Actualmente forma parte de la red de Paradores Nacionales de Turismo.
El castillo de Sigüenza: un escenario con mucha historia
Este castillo se erigió en el siglo XII a partir de una antigua fortificación árabe, tomada en la Reconquista por el obispo guerrero Bernardo de Agén en el año 1124. Tiempo después, el rey Alfonso VII le entregó el señorío de Sigüenza y a partir de ahí se convirtió en cabeza de la Sede Episcopal de Sigüenza durante siete siglos. Los religiosos se dedicaron a mejorar la fortificación y a ampliar las estancias con salones, capillas y demás espacios.
Pero la biografía del edificio contiene episodios que interrumpieron la calma de sus habitantes. Por ejemplo, en el año 1297, los habitantes de la ciudad medieval tuvieron que reconquistarlo después de que los partidarios del aspirante al trono Alfonso de la Cerda lo tomasen. El altercado duró poco ya que los vecinos se hicieron con el control prendiendo fuego a las puertas de la fortaleza.
En el año 1355, el rey Pedro I de Castilla recluyó a su esposa Doña Blanca de Borbón (que nunca había querido casarse con él, pero así eran las cosas entre las familias de poderosos) para que no sirviese de ayuda a los nobles que querían que entregase la corona. Después de nueve años de culebrón romántico, traslados y reclusiones en otros edificios como el Alcázar de Jerez de la Frontera o el castillo de Sidueña (también conocido como castillo de Doña Blanca), acabó siendo asesinada por su marido en 1361. La leyenda dice que el espíritu de la reclusa aún pervive tras los muros del edificio. Quién sabe, igual la vemos también en el reality.
Durante los siglos siguientes hubo cambios de obispos mandatarios y ya en el siglo XVIII, durante la Guerra de Secesión, vivió en el edificio el archiduque Carlos de Austria, pretendiente austriaco al trono de España. Su última función como fortaleza fue en las Guerras Carlistas en el siglo XIX y ahí comenzó su deterioro. Los obispos tuvieron que buscar otra residencia. Durante la Guerra Civil los daños aumentaron y su reconstrucción tuvo que esperar a 1972.
Un paisaje excepcional Campos de lavanda en Brihuega
Quienes tengan ganas de sacarse una foto en un entorno bucólico después de visitar el castillo de Sigüenza, pueden aprovechar el viaje para visitar el jardín de la Alcarria, nombre con el que se conoce popularmente a los campos de lavanda de Brihuega. En 2021, el pueblo experimentó un crecimiento de turismo más que considerable gracias al hashtag #brihuega en Instagram, que llevaba a imágenes de un entorno color violeta espectacular.
El precioso jardín de lavanda de la Alcarria
Eso sí, para ello es necesario esperar a la etapa de floración de la planta, que suele tener lugar durante el mes de julio. Si el viaje coincide en otra fecha, las salinas de Imón, a unos 15 kilómetros del pueblo de Sigüenza, merecen la pena el desplazamiento. De hecho, la comarca tiene tres espacios naturales protegidos: el Parque Natural del Río Dulce, el Lugar de Interés Comunitario del Río Salado y la Microreserva de los Saladares del Río Salado
Por supuesto, la villa en sí misma contiene otros atractivos que van más allá de su castillo. De hecho, en 2017 Sigüenza consiguió el título de Capital de Turismo Rural que otorga EscapadaRural. La catedral de Santa María de Sigüenza es de visita ‘obligada’. En ella se puede ver la que Ortega y Gasset señaló como “Una estatua de las más bellas de España”: el Sepulcro del Doncel de finales del siglo XV que reposa en una capilla de la edificación.
Las calles de la ciudad medieval son perfectas para dar un paseo que lleve hasta la Plaza Mayor, un sitio ideal para reponer fuerzas con un Fino Seguntino (bebida elaborada a partir de cerveza, vermut y gaseosa). Para quienes quieran llevarse un recuerdo gastronómico, el monasterio de las Hermanas Clarisas es el lugar perfecto al que acudir: los dulces elaborados por las monjas no pueden dejar un mejor recuerdo en el paladar.
podrán ver la tradicional vista general de Atienza en la serie #TraitorsEspaña.