Valdeaveruelo, arrasado por una tormenta eléctrica y granizo: el municipio pide la declaración de zona catastrófica
La madrugada del 4 de julio de 2025 quedará grabada en la memoria de los vecinos de Valdeaveruelo, un pequeño municipio de la provincia de Guadalajara, como la noche en que el cielo se abrió de golpe y descargó su furia sobre el pueblo. Una tormenta eléctrica de una violencia inusitada, acompañada de un granizo implacable y lluvias torrenciales, convirtió las tranquilas calles en auténticos ríos desbordados, sembrando caos y desolación en cuestión de minutos.
El estruendo de los truenos rompió el silencio de la madrugada, seguido por una tromba de agua que golpeó sin piedad. Las calles, convertidas en torrentes, arrastraron vehículos, derribaron muros y anegaron garajes y bajos de viviendas. Algunos vecinos, atrapados en sus casas, contemplaban impotentes cómo el agua invadía cada rincón. Las imágenes compartidas por los propios ciudadanos son sobrecogedoras: coches flotando, barro cubriendo cada calle y fachadas heridas por el impacto de las piedras de hielo.
“Las calles parecían ríos descontrolados”
“Las calles parecían ríos descontrolados, el agua bajaba con una fuerza descomunal desde los cerros de Torrejón. En mis años aquí, jamás vi algo parecido”, declaró Carlos Cortés Gómez, alcalde del municipio, visiblemente afectado.
Su testimonio resume el miedo, la impotencia y la sorpresa con que los vecinos vivieron la tormenta. Valdeaveruelo, un pueblo que presume de tener buenas canalizaciones, se vio desbordado ante la magnitud del fenómeno meteorológico.
Afortunadamente, no se han producido heridos, pero los daños materiales son severos: viviendas inundadas, vehículos inutilizados y calles intransitables. La respuesta no se hizo esperar. Desde primera hora de la mañana, brigadas de la Diputación de Guadalajara se desplegaron en el municipio con maquinaria pesada —excavadoras, camiones, baldeadoras— para retirar el barro y despejar las vías. Los bomberos del Consorcio Provincial (CEIS), junto con la Guardia Civil y los propios vecinos, trabajaron codo con codo para devolver algo de normalidad al pueblo.
Solicitud de zona catastrófica
El alcalde, Alberto Cortés, inició de inmediato los trámites para solicitar la declaración de zona catastrófica ante la Delegación del Gobierno. Este paso permitiría activar ayudas extraordinarias y agilizar la reparación de infraestructuras dañadas, además de aliviar la carga económica de quienes lo han perdido casi todo en pocas horas.
“No podemos solos. Necesitamos apoyo para volver a levantar Valdeaveruelo”, expresó el regidor.
Mientras tanto, en la capital de Guadalajara y en otros municipios cercanos como Azuqueca de Henares y Torrejón del Rey, el mismo episodio meteorológico dejó un reguero de más de 110 incidencias. Inundaciones de bajos, caída de árboles, cortes de tráfico y la evacuación preventiva de instalaciones municipales como la piscina de San Roque y el zoo fueron algunas de las consecuencias de esta noche de tormentas.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) había activado el aviso naranja poco antes de la medianoche, pero la fuerza con la que descargó la tormenta superó todas las expectativas. A las primeras lluvias le siguió un violento granizo que en cuestión de minutos arrasó todo a su paso.
La respuesta ciudadana y el trabajo incansable de los servicios de emergencia
Desde el primer momento, la respuesta de los vecinos ha sido ejemplar. Familias enteras salieron con cubos, palas y escobas a despejar el barro, ayudar a quienes habían quedado atrapados y colaborar en las tareas de limpieza. La solidaridad y el espíritu de comunidad brillaron incluso en los momentos más oscuros.
La Diputación Provincial de Guadalajara, a través del servicio de Centros Comarcales e Infraestructuras, desplazó cuatro máquinas y varias brigadas para apoyar en las labores de limpieza en Valdeaveruelo y en Torrejón del Rey, donde también se vieron severamente afectados. Carreteras como la GU-929, en el entorno de Ocentejo y Valtablado del Río, también sufrieron cortes por arrastre de tierras y tuvieron que ser despejadas.
Un episodio extremo en una provincia golpeada por las tormentas
Este episodio meteorológico extremo ha sido uno de los más graves que se recuerdan en la provincia en los últimos años. Las tormentas afectaron a miles de personas y pusieron a prueba los sistemas de emergencia locales. La alcaldesa de Guadalajara capital, Ana Guarinos, agradeció la rápida intervención de los equipos municipales y recordó la importancia de seguir las indicaciones oficiales ante fenómenos adversos.
Aunque por el momento la AEMET no prevé nuevas tormentas eléctricas, se mantiene el aviso amarillo por altas temperaturas, con máximas que podrían superar los 37 grados en las próximas horas. El calor, ahora, se suma al desafío de la limpieza y recuperación.
Hoy, el barro aún cubre muchas calles, las manos de los vecinos están llenas de ampollas y el recuerdo del miedo sigue presente. Pero Valdeaveruelo, como tantas veces a lo largo de su historia, vuelve a levantarse. Con cada muro reparado, con cada charco secado, el pueblo se aferra a su identidad y a su gente.
El eco de la tormenta eléctrica se apaga, pero queda la enseñanza de la fuerza de la naturaleza y la grandeza de un pueblo que, en mitad de la adversidad, no se rinde.