La Unión Europea está dando un paso firme hacia un futuro más dinámico y resiliente para sus zonas rurales. El Comité Europeo de las Regiones (CDR) ha lanzado un mensaje claro y urgente: los programas LEADER y el Desarrollo Local Participativo (CLLD) deben ser renovados, reforzados y, sobre todo, simplificados.
Revolución en el Desarrollo Rural: El Futuro de LEADER Post-2027 y el Empoderamiento Local
29 de noviembre de 2024 – Comité Europeo de las Regiones
Un futuro que solo será posible si la UE escucha las demandas de las zonas rurales y les da el protagonismo que merecen.
A partir de 2027, el CDR reclama un apoyo financiero estable para las comunidades rurales de todos los Estados miembros, que se canalice a través de un marco reglamentario único, con el fin de facilitar su acceso a los fondos estructurales europeos.
Esta llamada de atención fue expuesto en el reciente dictamen aprobado por la Comisión de Recursos Naturales (NAT) el 27 de noviembre de 2024, en una reunión que dejó claro que el futuro de las zonas rurales de la UE está en manos de sus propios habitantes.
Una Estrategia Rápida y Eficaz para las Zonas Rurales: Simplificación y Flexibilidad
Lo que está en juego es la sostenibilidad y la resiliencia de las comunidades rurales ante los retos del futuro. Los miembros de la Comisión NAT defienden que, para que las zonas rurales sean capaces de afrontar las crisis económicas, climáticas y sociales, deben ser empoderadas y dotadas de los recursos adecuados. El sistema LEADER y CLLD ha demostrado ser una de las herramientas más eficaces para dar voz a los actores locales, pero hoy, más que nunca, es necesario modernizarlo. La burocracia actual es una barrera que dificulta el acceso a los fondos, por lo que la propuesta es clara: simplificación radical. Un marco reglamentario único y más ágil permitirá que los recursos lleguen directamente a quienes más lo necesitan.
25ª reunión de la Comisión NAT – noviembre de 2024
La propuesta de la Comisión es crear un sistema de financiación más coherente, que reduzca las barreras administrativas y permita a los Grupos de Acción Local (GAL) gestionar los proyectos con más autonomía y flexibilidad. Esto se traduce en un mayor control local y en la capacidad de las comunidades para diseñar estrategias personalizadas que respondan a sus necesidades específicas. Una estrategia que no solo optimiza los recursos, sino que también potencia la cohesión social y fomenta la participación activa de todos los ciudadanos.
Empoderando a las Comunidades Rurales: La Fuerza de los GAL y la Participación Activa
Los Grupos de Acción Local (GAL) son el motor que impulsa el cambio en las zonas rurales, y la Comisión NAT lo sabe. Según el dictamen, es crucial que estos grupos tengan más autonomía, recursos adicionales y, lo más importante, un mayor papel estratégico en la toma de decisiones. Estos grupos son los que conocen de cerca los problemas de sus comunidades, y es vital que tengan la capacidad de diseñar e implementar estrategias adaptadas a sus contextos específicos. De esta manera, podrán no solo luchar contra la despoblación rural, sino también ser actores clave en la transformación digital y la transición ecológica.
Pero no se trata solo de recursos. El dictamen también hace hincapié en la necesidad de fomentar la participación de los jóvenes y las mujeres en la toma de decisiones dentro de los GAL. Es el momento de integrar a las nuevas generaciones y a los colectivos tradicionalmente menos representados en los órganos de decisión. Al hacerlo, no solo se fortalecerá la democracia local, sino que se abrirán nuevas perspectivas para afrontar los retos globales de manera más innovadora y eficaz.
Rural y Europa: Redefiniendo el Futuro de las Zonas Rurales
El dictamen también pone sobre la mesa la Visión a largo plazo para las áreas rurales de la UE, que tiene como objetivo transformar las zonas rurales en territorios resilientes, vibrantes y sostenibles. Según este enfoque, los programas LEADER y CLLD son piezas clave para lograrlo, al fomentar una mejor implementación de las políticas europeas en las áreas rurales. Los GAL, con su enfoque local y personalizado, son fundamentales para fortalecer la cohesión social y para movilizar a los actores locales a participar activamente en la toma de decisiones.
En este contexto, el Pacto Rural Europeo (Rural Pact), promovido por la Comisión NAT, se erige como un foro crucial para combatir la desconexión entre las zonas rurales y las instituciones europeas. El sentimiento de marginación y euroescepticismo en estas áreas, documentado en el informe
“Las zonas rurales y la geografía del descontento” (publicado en febrero de 2024), debe ser abordado de manera urgente. Los GAL tienen el potencial de revitalizar la relación entre las zonas rurales y la UE, generando un vínculo más estrecho y de confianza entre las comunidades y las políticas europeas.
Llamada a la Acción: La Clave para el Futuro Rural de Europa
A medida que nos acercamos a la nueva programación de fondos para el periodo 2027-2033, el CDR lanza un mensaje claro: es hora de fortalecer el papel de los GAL, dotándolos de más recursos y autonomía para que puedan llevar a cabo proyectos que realmente transformen las zonas rurales. El futuro de Europa está en sus zonas rurales, y es fundamental que estos territorios tengan las herramientas necesarias para afrontar los desafíos del siglo XXI.
En palabras de Thibaut Guignard, presidente de ELARD y LEADER Francia:
“La programación LEADER post-2027 es una piedra angular para empoderar a las comunidades rurales en toda Europa. Al consolidar los Grupos de Acción Local y promover estrategias innovadoras basadas en el territorio, les proporcionamos las herramientas y recursos necesarios para afrontar los desafíos futuros”.
El dictamen será adoptado formalmente en la sesión plenaria de febrero de 2025, y se espera que sea un hito histórico para las zonas rurales de Europa, poniendo en marcha una nueva era de innovación, resiliencia y sostenibilidad. Este es el momento de que las comunidades rurales tomen las riendas de su futuro y, con el apoyo de las políticas europeas, se conviertan en los motores del cambio.