El objetivo: conocer de cerca las posibilidades de esta oleaginosa como opción viable dentro de la rotación de cultivos.
La camelina se perfila como una alternativa rentable y sostenible en la rotación de cultivos
Argecilla, 20 de mayo de 2025
Más de 50 agricultores de la provincia se dieron cita a principios de mayo en Argecilla para asistir a una jornada técnica sobre el cultivo de camelina, organizada por APAG Coagral en colaboración con Camelina Company.
Durante la jornada, los expertos Lucas Sánchez y Ángel González, de Camelina Company, ofrecieron una completa exposición sobre las características agronómicas de esta planta. Desde el calendario de siembra más adecuado, pasando por las fases de desarrollo, hasta recomendaciones sobre fertilización, control de plagas y enfermedades, y productos autorizados para su manejo.
Una opción con futuro en el campo alcarreño
Los asistentes coincidieron en valorar la camelina como un cultivo seguro y rentable, con un perfil que encaja perfectamente en las explotaciones de la zona. Su sistema radicular profundo favorece la absorción de nutrientes y mejora la estructura del suelo y su oxigenación, lo que la convierte en una especie mejorante dentro de las rotaciones.

En cuanto a los rendimientos, se estima una producción media de entre 1.000 y 1.500 kg/ha, con picos que pueden alcanzar los 2.000 kg/ha, dependiendo de la climatología y fertilidad del terreno.
Además, la camelina destaca por su rusticidad: se adapta bien a diversos tipos de suelo, y requiere un manejo agronómico relativamente sencillo. Su rentabilidad también se ve reforzada por un precio competitivo y un mercado asegurado: las semillas se cotizan en torno a los 4,95 €/kg, mientras que el precio por tonelada de cosecha se sitúa en 450 euros.
Valor añadido y encaje en la PAC
El cultivo de camelina también ofrece oportunidades adicionales: sus subproductos, como la harina y la torta, pueden destinarse a la alimentación animal, y entra dentro de la práctica 3 del Ecorregimen de la PAC, lo que la posiciona como una opción sostenible y alineada con las políticas europeas.
Vicente Marqueta, responsable de cereales y semillas de Coagral, destacó que “la camelina es un cultivo interesante tanto desde el punto de vista agronómico como comercial”.
Además, aprovechó para contextualizar el papel de esta oleaginosa dentro del mercado global de aceites vegetales, dominado actualmente por la soja (Argentina y Brasil), la palma (India) y otras como el girasol o la colza, con una demanda en constante crecimiento especialmente en mercados como China e India.
La clave: siembra temprana y fertilización adecuada
Los ensayos realizados hasta la fecha dejan una recomendación clara: optar por la siembra temprana, en noviembre, frente a la tardía de febrero, y asegurar una fertilización mínima, al menos con nitrosulfato.
Con todo ello, la camelina se consolida como una alternativa realista y eficiente para los agricultores que buscan diversificar sus cultivos y avanzar hacia una agricultura más sostenible, sin renunciar a la rentabilidad.








