La muestra, que incluye 48 imágenes de lugares emblemáticos de la provincia, estará abierta al público hasta el 7 de diciembre en horario de 19:00 a 21:00 horas, de lunes a sábado, con entrada gratuita.
La Sala de Arte Antonio Pérez de la Diputación de Guadalajara presenta la exposición de cianotipias ‘Guadalajara en Azul’
Guadalajara, 9 de noviembre de 2024
La Sala de Arte Antonio Pérez, ubicada en el Centro San José y gestionada por la Diputación de Guadalajara, acoge desde el 7 de noviembre la exposición de cianotipias Guadalajara en Azul, una obra única del fotógrafo guadalajareño Juan R. Velasco.
La exposición es un homenaje visual a los fotógrafos del siglo XIX, ya que emplea la técnica de la cianotipia, popularizada en 1843 por Anna Atkins.
Velasco ha seleccionado lugares icónicos de la provincia, como el Monasterio de Bonaval, la Ermita de Albendiego, castillos medievales, los Pueblos Negros, Brihuega y Las Minas, entre otros, retratándolos en tonos de azul Prusia que evocan la estética del pasado.
A través de un proceso artesanal, ha preparado el papel y manipulado los negativos digitales para eliminar detalles modernos, devolviendo a las imágenes una apariencia de hace 180 años; en algunos casos, incluso ha dejado elementos actuales que se integran de forma sutil en el conjunto, invitando al espectador a un juego de reconocimiento.
Juan R. Velasco, fotógrafo con más de 40 años de trayectoria, ha decidido aplicar la cianotipia, una de las primeras técnicas fotográficas, para rendir homenaje a Guadalajara a través de su proyecto “Guadalajara en Azul”.
La cianotipia, inventada en 1842 por John Herschel, es famosa por producir imágenes con un color azul característico. Originalmente utilizada para reproducir plantas, esta técnica fue popularizada por la bióloga y fotógrafa Anna Atkins, quien le dio un uso especialmente interesante y la popularizó en 1843 en su libro Algas Británicas: impresiones en cianotipia.
Las copias expuestas son únicas y completamente artesanales, sensibilizando el papel de manera manual con una disolución de sales de hierro, que provocan su característico color azul prusia.
Con el paso de los años ha quedado en el olvido, siendo considerada hoy un proceso fotográfico alternativo muy valorado por los fotógrafos experimentales.
Velasco utiliza la cianotipia para capturar la esencia monumental de su ciudad, eligiendo especialmente sus monumentos más emblemáticos. En lugar de usar métodos tradicionales, elige combinar las herramientas modernas con un proceso artesanal, lo que le permite crear obras únicas con una atmósfera nostálgica. Para hacer esto, utiliza una cámara digital para captar las fotos de Guadalajara, pero las lleva a un formato en blanco y negro, con alto contraste. Luego, invierte digitalmente las imágenes, lo que es crucial, ya que la cianotipia funciona a partir de negativos que deben ser invertidos para producir la imagen final correctamente.
El proceso sigue con la impresión de los negativos en papel transparente, específico para ser sensible a los rayos ultravioleta. Velasco utiliza una impresora de tinta para este paso, asegurándose de que el negativo sea lo más opaco posible. En cuanto a la sensibilización del papel, Velasco emplea dos soluciones químicas: ferricianuro potásico y citrato de amonio férrico, que al combinarse crean una mezcla sensible a la luz ultravioleta. Este paso debe hacerse con mucho cuidado, ya que la mezcla debe aplicarse en condiciones controladas, lejos de cualquier fuente de luz ultravioleta, para evitar la exposición prematura del papel.
El siguiente paso es la exposición del papel sensibilizado a la luz ultravioleta. Para esto, se coloca el negativo sobre el papel sensibilizado, todo entre dos cristales, y se expone a la luz ultravioleta, que puede provenir del sol o, en su caso, de una lámpara ultravioleta controlada. El tiempo de exposición varía, pero suele ser de unos 3-4 minutos si se usa luz solar directa, o aproximadamente 10 minutos si se utiliza una lámpara. Durante esta exposición, la imagen comienza a tomar forma, y cuando el papel es retirado de la luz, el siguiente paso es el revelado, que solo requiere agua corriente. Este proceso permite que la imagen se desarrolle en su característico tono azul.
Una de las características destacadas de este proyecto es su formato. Velasco ha creado una serie de 16 fotografías de 27×18 cm, impresas sobre un papel especial, el Canson Montval de 300 gr/m², que proporciona un acabado duradero. Además, cada una de estas imágenes es única, ya que el proceso artesanal implica una variabilidad natural, lo que hace que cada fotografía sea ligeramente diferente. Además, las tiradas están limitadas a 20 copias, lo que otorga aún más valor a cada obra.
El trabajo de Velasco no solo es un homenaje a los pioneros de la fotografía, sino también una forma de revalorizar una técnica olvidada que, aunque pertenece al pasado, sigue siendo completamente válida para producir imágenes que invitan a la reflexión.
Las fotos de Guadalajara, con sus tonos azules profundos, permiten a los espectadores sentir que están observando el pasado, pero al mismo tiempo, las imágenes son completamente actuales y tienen una conexión con el presente, gracias al estilo y la visión contemporánea del autor.
Juan R. Velasco, reconocido fotógrafo con más de cuatro décadas de trayectoria, ha sido presidente de la Agrupación Fotográfica de Guadalajara (af/GU) y ha obtenido numerosos premios en el ámbito nacional e internacional. Si quieres conocer más sobre su trabajo y seguir sus proyectos fotográficos, puedes encontrarlo en las siguientes redes sociales:
- Instagram: @juanrvelasco_fotografia
- Facebook: Juan R. Velasco Fotografía
- Twitter: @juanrvelasco
A través de estas plataformas, Velasco comparte sus obras, procesos creativos y actualizaciones sobre sus proyectos fotográficos, como Guadalajara en Azul y otros trabajos que exploran técnicas históricas y alternativas.
Con su proyecto “Guadalajara en Azul”, Velasco demuestra que la fotografía no solo es una técnica para capturar el presente, sino también un medio para conectar con la historia y darle una nueva vida a métodos antiguos que siguen siendo relevantes en el mundo actual.