El Dépor Guadalajara no se rinde ante el Barça, pero el campeón defiende su título con sufrimiento
El Deportivo Guadalajara de la Primera RFEF se despidió de la Copa del Rey con la cabeza bien alta, a pesar de caer por 0-2 ante el todopoderoso FC Barcelona en un partido cargado de emoción, esfuerzo y respeto mutuo.
La victoria blaugrana, que le da el pase a los octavos de final, no fue nada fácil.
El equipo morado mostró una imagen sólida, combativa y llena de coraje, que incluso puso en aprietos a los de Hansi Flick durante más de 75 minutos de partido.
Los goles de Christensen y Rashford en el tramo final del encuentro sentenciaron la eliminatoria, pero los guadalajareños demostraron que son capaces de competir ante los grandes.
Antes del comienzo del partido, Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, atendió a los medios de comunicación en la puerta del Restaurante Las Llaves de Marchamalo, donde ambas directivas (la del Barcelona y la del Deportivo Guadalajara) compartieron una comida antes del choque.
“Venimos a Guadalajara a defender el título ante el Guadalajara, al que respetamos muchísimo”, comentó Laporta, haciendo énfasis en la seriedad con la que el Barça afrontaba el duelo.
“Sabemos que toda la ciudad estará volcada con su equipo, que es algo que siempre ocurre en estos partidos. Sabemos que estos partidos son muy difíciles porque se juega a un solo partido fuera de casa, y los equipos están extra motivados. Será muy difícil”, añadió el presidente, mostrando el respeto de los blaugranas por su rival y reconociendo la dificultad de un encuentro que, en principio, parecía un trámite para los campeones.
Un inicio que estuvo a punto de no ser
El partido comenzó con un inusual retraso de media hora debido a problemas logísticos con la nueva grada supletorias del Estadio Pedro Escartín, que no habían sido aprobadas por el Ayuntamiento de Guadalajara. Esto causó caos en los accesos, con miles de aficionados esperando para entrar al recinto, temiendo no poder ver el partido, mientras la policía y Protección Civil intentaban organizar los flujos de entrada.
Este retraso, lejos de desanimar a los seguidores morados, aumentó aún más su pasión y entrega. Cuando el balón por fin comenzó a rodar, el ambiente en las gradas fue electrizante, con una hinchada completamente volcada con su equipo. El Dépor Guadalajara no era consciente de estar ante un Barcelona con todos sus jugadores titulares, y se entregó al máximo desde el primer minuto.
Un planteamiento valiente, pero bien ordenado
El Deportivo Guadalajara saltó al campo con un planteamiento táctico que sorprendió a muchos.
Pere Martí, su entrenador, apostó por una defensa sólida con un esquema 5-4-1, donde el bloque defensivo se mantenía muy compacto, buscando neutralizar las llegadas rápidas del Barça, mientras se replegaba con rapidez cuando perdía el balón. Ablanque, Casado y Julio Martínez formaban el eje central de la zaga, con Agus Moreno y Cera en los laterales.
En el centro del campo, Samu Mayo y Pablo Rojo ejercían de pulmones para recuperar y distribuir el juego, mientras que Cañizo se encargaba de mantener la referencia ofensiva.
Desde el principio, el plan del Dépor fue claro: defender ordenadamente y tratar de sorprender al FC Barcelona con rápidas transiciones. De hecho, el equipo local tuvo algunas de las mejores ocasiones de la primera mitad. Manu Ramírez, con un disparo lejano, obligó a Ter Stegen a intervenir con un par de paradas oportunas. Un remate de Cañizo, tras una buena contra de Samu Mayo, también estuvo cerca de marcar, pero el balón se fue rozando el poste.
El Barcelona, dominador de la posesión, no logró crear ocasiones claras, pero aprovechó los mínimos fallos locales para generar algo de peligro. Un remate de Fermín rozó el larguero, y una jugada embarullada en el área del Dépor hizo que De Jong tuviera una oportunidad clara, aunque Cera evitó el peligro. Los morados, con gran solidez defensiva y mucha solidaridad, lograban frenar la maquinaria azulgrana, mientras que la hinchada animaba con más fervor que nunca.
El desgaste físico y la intensidad del Barça
El paso por vestuarios trajo consigo una segunda parte de mayor presión para el Dépor Guadalajara. El FC Barcelona, consciente de la dificultad del partido, salió más intensamente. Flick movió sus piezas al introducir a Cubarsí y luego a jugadores clave como Pedri, Balde y Koundé, para dotar de más creatividad y frescura al juego azulgrana. Y aunque el equipo local seguía con el mismo orden defensivo, los minutos fueron pasando y el cansancio comenzó a hacer mella.
En este contexto, Dani Vicente, portero del Guadalajara, tuvo intervenciones de gran mérito. Primero, evitó un gol de Lamine Yamal en un mano a mano tras una excelente pared con Roony, y poco después, reaccionó ante un disparo de Rashford. La figura del portero morado era clave para mantener al Dépor vivo en el encuentro, pero el desgaste era inevitable. El Barcelona comenzó a crear más ocasiones a medida que el equipo local perdía intensidad.
El gol de Christensen, un respiro para el Barça
El esperado gol azulgrana llegó en el minuto 76, y lo hizo de forma algo afortunada. Un centro de De Jong al área encontró la cabeza de Christensen, quien, al intentar rematar, vio cómo el balón rebotaba en un defensor del Dépor antes de colarse en la red. Aunque la jugada tuvo algo de fortuna, no se le puede restar mérito al esfuerzo colectivo del Barcelona, que no había dejado de presionar durante toda la segunda parte.
Con el 0-1 en el marcador, el Deportivo Guadalajara no bajó los brazos. Pere Martí movió rápidamente el banquillo, dando entrada a Toño Calvo, Salifo y Gallardo para intentar dar un nuevo aire a su equipo. La reacción no se hizo esperar, y en el minuto 78, el Dépor estuvo a punto de empatar. Cañizo, con un gran movimiento, dejó a Salifo en buena posición, pero Ter Stegen desvió el disparo con una gran mano.
El golpe definitivo de Rashford
El FC Barcelona aprovechó los espacios dejados por un equipo local volcado en ataque y, a falta de poco para el final, Rashford sentenció el encuentro en el minuto 89. Tras una gran asistencia de Lamine Yamal, el delantero inglés definió con calma y precisión para hacer el 0-2 definitivo. El Dépor, que se había entregado al máximo, vio cómo se escapaban sus últimas opciones de sorprender al gigante catalán.
El análisis de los entrenadores
Al final del encuentro, Hansi Flick compareció ante los medios, destacando la dificultad del partido y el respeto por su rival:
“Jugar la Copa no es fácil, especialmente cuando enfrentas a un equipo que juega con tanta motivación. Al final, lo más importante es la actitud, y mi equipo ha demostrado esa mentalidad profesional que necesitamos para seguir adelante”.
Por su parte, Pere Martí, entrenador del Deportivo Guadalajara, se mostró orgulloso de su equipo a pesar de la derrota.
“El resultado es lo de menos, nos ha faltado algo de energía para materializar una ocasión más y poder haberles complicado las cosas”, declaró.
Martí destacó la actitud de sus jugadores, que nunca dejaron de luchar:
“La imagen no nos da de comer, pero nos ha dado un chute de energía. Hemos competido contra un Barça y nos ha faltado muy poco para hacer historia”.
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El apoyo incondicional de la afición
Durante todo el partido, la afición del Guadalajara estuvo entregada a su equipo, creando un ambiente incomparable en el Pedro Escartín. El apoyo incondicional de los seguidores morados, que vivieron cada minuto como si fuera una final, fue una de las grandes historias de la noche. Como comentó Pere Martí,
“ha sido maravilloso ver cómo la gente se ha ido enchufando. Ha habido momentos que se me ha puesto la piel de gallina. Ojalá fuese así todas las semanas”.
Ficha técnica:
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CD Guadalajara: Dani Vicente; Cera (Unax, min. 82), Ablanque, Casado, Julio Martínez, Agus Moreno (Gallardo, min. 62); Pablo Rojo, Samu Mayo (Tavares, min. 72), Manu Ramírez (Toño Calvo, min. 62), Borja Díaz (Salifo, min. 62); Cañizo.
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FC Barcelona: Ter Stegen; Casadó (Koundé, min. 75), Eric García, Christensen (Gerard Martin, min. 86), Jofre (Balde, min. 63); De Jong, Bernal (Cubarsí, min. 46); Fermín, Roony (Pedri, min. 75
En GuadaRed | Deportes, queremos felicitar al Deportivo Guadalajara por su gran esfuerzo y actitud en el enfrentamiento ante el FC Barcelona. Aunque el resultado final no fue el esperado, el equipo morado demostró que el trabajo en equipo, la disciplina y la entrega pueden poner a cualquiera contra las cuerdas, sin importar el tamaño del rival. A pesar de la derrota, los jugadores salieron con la frente bien alta, dejando claro que no hay rival demasiado grande si se compite con corazón y unidad. El esfuerzo de cada uno de ellos será, sin duda, una fuente de motivación para el resto de la temporada, y el Dépor ha dejado claro que, aunque esta vez no pudieron superar al gigante catalán, tienen lo necesario para seguir soñando y luchando en todas las competiciones.







