En una época en que la seguridad vial y la sostenibilidad medioambiental se entrelazan con el despliegue tecnológico, surge la pregunta de si nuestras carreteras están listas para afrontar los desafíos del futuro.
Las cifras de siniestralidad en España se han estabilizado en la última década, con 1.145 fallecidos en 2023 y un promedio de 1.100 anuales desde 2013, los expertos advierten de un estancamiento en la mejora de estas cifras.
¿Están preparadas nuestras carreteras para la movilidad del futuro?
En lo que va de 2024, se han registrado 440 fallecidos en siniestros de tráfico hasta mayo, según la DGT, y unos 130.000 heridos no letales anuales en los últimos diez años.
¿Están preparadas nuestras carreteras para la movilidad del futuro?
Así fue la mesa redonda ‘Carreteras hacia el futuro: seguridad, calidad y desafíos en la infraestructura de transporte’, organizada junto con @applus https://t.co/L9sWASJbXD
— El Confidencial (@elconfidencial) June 26, 2024
Para abordar esta cuestión, El Confidencial y Applus+ organizaron una mesa redonda titulada “Carreteras hacia el futuro: seguridad, calidad y desafíos en la infraestructura de transporte”, en la que participaron destacados expertos del sector: Pedro Aliseda Pérez de Madrid, director técnico de Gestión de Firmes de Applus+; Ángel Sampedro Rodríguez, director del área de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Alfonso X el Sabio (UAX); Pablo Sáez Villar, presidente de la Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras (ACEX); y Jacobo Díaz Pineda, director general de la Asociación Española de la Carretera (AEC).
Inversión insuficiente y consecuencias acumulativas
Pablo Sáez destacó que, a pesar de contar con una buena red de carreteras, España tiene un presupuesto de inversión inferior en comparación con otros países europeos como Francia, Alemania e Italia. Según datos de ACEX, en 2017 la inversión por kilómetro fue de 26.000 euros, mientras que en otros países europeos alcanzaba los 50.000 euros. Esta falta de inversión provoca un deterioro evidente, con problemas como baches y señales de tráfico en mal estado, lo cual incrementa los costos de reparación exponencialmente.
El futuro de nuestras carreteras depende de una inversión sostenible, la integración de nuevas tecnologías y un compromiso firme con la seguridad y la sostenibilidad.
Jacobo Díaz subrayó que la inversión insuficiente en mantenimiento tiene efectos acumulativos negativos, ya que “un euro que no se invierte hoy se convierte en cinco euros dentro de cuatro años y en 25 euros dentro de diez”. Según un estudio de la Asociación Española de la Carretera, una inversión de 1.800 millones de euros en vías convencionales podría salvar 300 vidas al año y evitar más de 800 heridos graves.
Sostenibilidad y tecnología: claves del futuro
Pedro Aliseda enfatizó la importancia de mantener una inversión constante y sostenible en el tiempo, destacando que recortar en infraestructura vial durante crisis económicas es un error estratégico. Ángel Sampedro añadió que el estado de las carreteras impacta directamente en las emisiones de gases de efecto invernadero, incrementándolas entre un 5% y un 8% cuando están en mal estado. Además, los vehículos autónomos requerirán carreteras en perfecto estado para funcionar correctamente.
Un compromiso ineludible
Jacobo Díaz recordó que la seguridad vial ha sido históricamente un compromiso irrenunciable del sector. Sin embargo, el cambio climático y la necesidad de reducir emisiones de CO2 obligan a replantear la estrategia de inversión en infraestructura. La solución debe ser sostenible y segura, integrando la conservación de las carreteras y la adaptación a fenómenos meteorológicos extremos.
Transformación digital y política
Ángel Sampedro resaltó que las carreteras inteligentes requerirán una inversión tres o cuatro veces superior a la actual debido al rápido avance tecnológico. Pablo Sáez, por su parte, lamentó que la infraestructura vial no sea una prioridad política y destacó la importancia de tener infraestructuras adecuadas para la competitividad del país, ya que el 95% de las mercancías y el 90% de los desplazamientos de los ciudadanos se realizan por carretera.
La mesa redonda de El Confidencial y Applus+ ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de replantear las estrategias de mantenimiento y desarrollo de la infraestructura vial para estar preparados para la movilidad del futuro.