El último encierro de las Ferias y Fiestas 2025 no fue uno más.
Guadalajara cierra sus encierros con un domingo de emoción, carreras al límite y un recorrido histórico
Guadalajara, 21 de septiembre de 2025
A primera hora de la mañana, las calles del casco antiguo se convirtieron en escenario de carreras vertiginosas, sustos mayúsculos y estampas de esas que quedan grabadas en la memoria colectiva.
Guadalajara despidió así unos encierros que han devuelto la tradición al corazón de la ciudad, y lo hizo con un domingo tan intenso como arriesgado.
Carreras de infarto y sustos serios
A las ocho en punto sonaron los cohetes y, con ellos, la suelta de los seis toros de la ganadería Zalduendo. La manada, arropada por los cabestros, completó el trazado en 2 minutos y 50 segundos, desde los corrales del Mercado de Abastos hasta el Coso de las Cruces, atravesando plazas y calles emblemáticas como la Mayor, Santo Domingo o Capitán Arenas.
El recorrido fue rápido y cargado de emoción, con momentos de gran plasticidad en la calle Mayor y escenas de auténtica tensión en Santo Domingo. Allí un joven de Guadalajara cayó desplomado tras golpearse la cabeza contra el suelo en una brusca colisión con otro corredor. Permaneció inconsciente unos instantes que helaron la sangre al público, antes de ser evacuado al hospital, donde se recupera fuera de peligro.
Además de este incidente, otros tres corredores fueron atendidos por contusiones y esguinces. Sin embargo, los partes médicos no reflejan la cantidad de sustos vividos: corredores atrapados contra las tablas, pitones rozando la ropa y tropiezos que, de haber terminado en cornada, habrían cambiado por completo el balance del día.
“Un broche de oro” para la ciudad
El concejal de Asuntos Taurinos, Santiago López Pomeda, se mostró satisfecho con el resultado final:
“Hoy hemos puesto el broche de oro a unos encierros en puntas por el casco histórico. Es algo muy importante para Guadalajara y responde a una demanda que venía de los propios aficionados”.
El edil destacó también que la incorporación de bueyes más pausados en las últimas jornadas ayudó a mantener el grupo compacto y dio mayor lucidez a las carreras.
“Han venido corredores de toda España, desde Pamplona hasta nuestros pueblos más pequeños, y eso demuestra la repercusión que han tenido”, añadió.

Por su parte, el concejal de Seguridad, Chema Antón, confirmó que el operativo funcionó sin grandes sobresaltos y valoró muy positivamente el comportamiento del público:
“La ciudadanía ha dado ejemplo. Podemos hablar de un dispositivo de seguridad que ha sido un éxito”.
Una tradición recuperada
Con este último encierro, el Ayuntamiento pone fin a una edición considerada ya histórica. Los toros en puntas han vuelto al casco antiguo tras más de siete siglos de tradición interrumpida, y lo han hecho con la promesa de continuidad.
“Los encierros han llegado al centro de Guadalajara para quedarse y para crecer todavía más”, aseguró López Pomeda.
El balance final deja imágenes de riesgo, emoción y fiesta compartida, en un regreso que ha devuelto a las calles de Guadalajara una de sus señas de identidad más antiguas y queridas.
El último encierro no ha sido únicamente una carrera contra el reloj ni una prueba de valentía. Es un pulso colectivo, un latido que recorre las calles del casco antiguo y que convierte el riesgo en belleza y la tensión en herencia compartida.











