España se enfrenta a la primera ola de calor del verano mientras CSIF denuncia la falta de adaptación en los centros laborales ante las temperaturas extremas.

Un centenar de trabajadores sufre baja laboral cada verano por el calor extremo: CSIF exige medidas urgentes de prevención en el trabajo

27 de junio de 2025 | Redacción Guadared

Con la primera ola de calor de este verano azotando ya gran parte del territorio nacional, el sindicato CSIF (Central Sindical Independiente y de Funcionarios) ha emitido un contundente comunicado en el que exige el cumplimiento inmediato de los protocolos de actuación frente al calor extremo en el trabajo, tanto en exteriores como en interiores mal acondicionados.

Según los últimos datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, recopilados por CSIF, cada verano se producen cerca de 100 bajas laborales por causas directamente relacionadas con el estrés térmico, la insolación o el golpe de calor. Desde 2020, se han registrado 619 bajas laborales por calor y nueve fallecimientos por esta causa.

El calor también es un riesgo laboral

En palabras del sindicato, estos datos reflejan “una infradeclaración preocupante de los accidentes derivados del calor”, lo que impide dimensionar correctamente el problema y aplicar medidas eficaces de prevención.

CSIF denuncia que muchos centros de trabajo no están preparados para afrontar situaciones de calor extremo, y alerta sobre la ausencia de protocolos claros de actuación, falta de material de protección adecuado y una organización de jornada poco adaptada a las condiciones climáticas.

El sindicato recuerda que, tal y como establece el Real Decreto-ley 4/2023, de 11 de mayo, es obligatorio adaptar el trabajo al entorno climático, sobre todo en actividades que se desarrollen al aire libre o en instalaciones donde no es posible mantener condiciones térmicas controladas.

Veranos cada vez más calurosos… y letales

Los últimos veranos han batido récords históricos de calor, y con ellos han aumentado también los riesgos para la salud laboral. En 2024, se notificaron 111 accidentes laborales con baja por causas térmicas, una cifra inferior a la de 2023, cuando se produjeron 222 bajas y tres fallecidos por insolación y calor extremo.

El verano de 2022 fue especialmente grave, considerado el más caluroso de la historia reciente: se contabilizaron 168 bajas laborales por esta causa y cinco muertes confirmadas en el entorno laboral.

A esto se suma el impacto global sobre la población: solo en 2024, se registraron 2.190 muertes por exceso de temperatura en España, según fuentes oficiales. Un problema de salud pública que también afecta de forma directa a la seguridad laboral.

Exigen más vigilancia, formación y protección real

CSIF anuncia que reforzará su vigilancia a través de sus delegados en los centros de trabajo, especialmente ante la previsión de un verano nuevamente tórrido. Además, iniciará una campaña informativa sobre el estrés térmico, con el objetivo de que los trabajadores conozcan:

• Cuáles son los síntomas de alerta (mareos, piel roja, fatiga, náuseas, sudor excesivo, calambres, etc.).

• Qué hacer en caso de golpe de calor.

  

• Qué derechos tienen en materia de salud laboral y prevención.

El sindicato también reclama:

• Cambios en la organización horaria y las tareas para evitar las horas de más calor.

• Acceso permanente a agua potable, ropa ligera y equipos de protección solar (como cremas, gafas de sol, gorros o sombreros).

• Zonas de descanso con sombra o climatización adecuada.

• Formación obligatoria en prevención de riesgos térmicos para personal y empresas.

• Aplicación efectiva de protocolos de climatización y ventilación en edificios cerrados, adaptados a las recomendaciones sanitarias.

La prevención puede salvar vidas

Desde CSIF recuerdan que la exposición prolongada al calor extremo puede tener consecuencias graves para la salud: calambres musculares, agotamiento, deshidratación, aumento del riesgo cardiovascular, agravamiento de enfermedades crónicas, insolación e incluso golpes de calor con consecuencias neurológicas y multiorgánicas (pérdida de conciencia, convulsiones o coma).

“El calor mata, y el trabajo no debe ser una sentencia de riesgo durante el verano”, concluyen desde el sindicato.

“Las empresas y administraciones tienen la obligación legal y moral de proteger la salud de los trabajadores, sobre todo en un contexto de cambio climático y temperaturas cada vez más extremas”.

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