Bajo el lema “Menos Loot Boxes, más real gamers”, el ministerio busca sensibilizar a jóvenes y familias sobre las técnicas psicológicas que utilizan estos mecanismos para fomentar el gasto y la adicción
Consumo alerta del riesgo de adicción de las ‘cajas botín’ en los videojuegos con una nueva campaña
El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, dirigido por Pablo Bustinduy, ha puesto en marcha una nueva campaña institucional para advertir a jóvenes y familias sobre los riesgos de las llamadas cajas botín o loot boxes en los videojuegos. Estas herramientas, presentes en miles de títulos digitales, ofrecen recompensas aleatorias a cambio de dinero real y, según diversos estudios, utilizan dinámicas similares a las de los juegos de azar.
Bajo el lema “Menos Loot Boxes, más real gamers”, la iniciativa pretende mostrar cómo funcionan estos mecanismos y alertar sobre las técnicas psicológicas que emplean para incentivar a los jugadores a seguir gastando. Las loot boxes prometen premios virtuales —como futbolistas, cartas, skins o efectos especiales— a cambio de pequeñas cantidades de dinero, aunque la probabilidad de obtener el objeto deseado es muy baja. Esto empuja a muchos usuarios, especialmente menores de edad, a repetir la compra o prolongar el tiempo de juego en busca de la recompensa.
Según un estudio de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), un 30,4% de los españoles de entre 11 y 30 años ha adquirido alguna caja botín en el último año. Además, los jugadores que compran estas recompensas tienen 4,5 veces más probabilidades de desarrollar problemas con las apuestas online, lo que convierte a las loot boxes en una puerta de entrada a comportamientos adictivos.
La preocupación no es nueva. Una investigación de la Universidad de Nueva York ya señalaba en 2020 que más del 58% de los videojuegos para móvil incluían este tipo de recompensas aleatorias, muchas de ellas disfrazadas con diseños atractivos —como cofres, sobres o ruletas— que facilitan la normalización de las apuestas desde edades tempranas.
El Ministerio de Consumo enmarca esta campaña en su compromiso con la creación de un entorno digital seguro, en el que el ocio no se base en la explotación de la vulnerabilidad infantil. Con esta medida, España se suma a los avisos de las autoridades europeas de Consumo, que desde 2023 alertan del impacto de las loot boxes en los jugadores más jóvenes.
Esta acción se suma a otras iniciativas impulsadas por el departamento de Bustinduy, como la futura Ley de Servicios a la Clientela, que incluirá la prohibición de los bonos de bienvenida y la obligación de advertir sobre los riesgos del juego online. Con ello, el Gobierno busca reforzar la protección de los consumidores en el entorno digital y prevenir las conductas problemáticas relacionadas con el juego y la adicción.








