Este martes, la conmemoración comenzó a mediodía con el tañido solemne de las campanas de la Iglesia de Santa María, la más alta de la localidad, flanqueada por el histórico castillo, dinamitado en 1811. Justo entonces, una bandada de grullas sobrevoló la iglesia, en un símbolo de la conexión entre el pasado y la naturaleza de la Sierra Norte.
Cogolludo celebra 425 años bajo la protección de San Diego de Alcalá
Cogolludo, 13 de noviembre de 2024.
La villa serrana de Cogolludo ha conmemorado hoy 425 años de la llegada de los restos de San Diego de Alcalá, un hecho histórico y, según la tradición local, milagroso, que puso fin a la devastadora peste que azotaba la región en 1599. Los restos llegaron el 12 de noviembre de aquel año y, según los cogolludenses, la enfermedad remitió de inmediato, marcando el inicio de una profunda devoción al santo, que desde entonces es patrón del municipio.
Dentro del templo, la figura de San Diego, una talla de los años cuarenta, presidía la celebración, decorada con la tradicional rosca del santo, cuya receta se remonta al siglo XVIII, como documenta el historiador local Juan Luis Pérez Arribas. Durante la ceremonia, el alcalde de Cogolludo, Juan Alfonso Fraguas, recordó el papel del santo como “salvador de la villa” y destacó que la devoción sigue viva desde aquel 15 de noviembre de 1599, cuando la villa le proclamó patrón.
Los testimonios de los mayores de Cogolludo, como Francisco Martínez y Ciriaco Bodega, pusieron de relieve la importancia de la celebración, no solo como recuerdo histórico, sino como símbolo de fe y unión comunitaria. “San Diego salvó muchas vidas”, afirmó Martínez, mientras que Bodega añadió:
“Lo celebramos con orgullo, y no dejaremos de hacerlo con la rosca y el vino”.
La procesión del santo, llevada en hombros por los fieles, recorrió tres vueltas alrededor del atrio de la iglesia, desde donde se divisan la Sierra Norte y la campiña guadalajareña. El alcalde portaba el cetro de la antigua Cofradía del Santo, hoy desaparecida.
El día culminó con la distribución de la rosca del santo, elaborada según la receta ancestral por la Tahona del Abuelo. El alcalde destacó la solidaridad de los municipios de la comarca, que han reunido más de nueve toneladas de ayuda para los afectados por la reciente DANA, una muestra de cooperación que, según el regidor, “mantiene viva la luz de la esperanza”. El párroco, Mauricio Muela, bendijo los alimentos antes de que fueran compartidos en comunidad.
El contexto histórico del milagro
La peste que devastó Europa a finales del siglo XVI llegó a Cogolludo en el verano de 1599, tras haberse declarado en Flandes y extenderse por España. En la villa, la epidemia cobró 539 vidas en solo cinco meses, hasta que, según la tradición, la llegada de los restos de San Diego detuvo su avance. La devoción al santo fue propagada por los frailes del Monasterio de San Antonio, quienes contribuyeron a fundar la Cofradía en su honor, y aunque ni la Cofradía ni el Monasterio subsisten hoy, la fe en San Diego permanece intacta.