El Gobierno de Castilla-La Mancha destinará 5,8 millones de euros diarios en 2026 para frenar la despoblación, pero ¿es suficiente?
Toledo, 17 de noviembre de 2025
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha presentado un presupuesto para el año 2026 que destina 5,8 millones de euros diarios a la lucha contra la despoblación, según ha detallado el vicepresidente segundo, José Manuel Caballero, en su comparecencia ante la Comisión de Economía y Presupuestos de las Cortes autonómicas. Estos recursos, que suman 2.116 millones de euros en total, se enmarcan en la Memoria de Impacto Demográfico incluida en el proyecto de ley del presupuesto para el próximo año.
Si bien los datos impresos en los presupuestos parecen ilustrar un esfuerzo importante por parte del Ejecutivo, la pregunta que persiste es si esta inversión, que supone una subida de 80 millones respecto al presupuesto de 2025, será suficiente para detener la despoblación que afecta, de manera creciente, a muchas áreas de la región.
¿Es suficiente la cifra de 5,8 millones de euros diarios?
El aumento en el presupuesto destinado a la lucha contra la despoblación es significativo, pero aún queda en el aire si estos recursos realmente podrán frenar la pérdida de población en áreas rurales o si, por el contrario, solo servirán para paliar una situación estructural mucho más compleja. De acuerdo con Caballero, el presupuesto para estas políticas representa uno de cada cuatro euros del techo de gasto regional, es decir, un 3,4% del PIB de Castilla-La Mancha. Esta cifra supera el 1% del PIB que exigen las plataformas que abogan por medidas más agresivas a nivel nacional.
A pesar de este esfuerzo, el crecimiento de la población en áreas rurales, aunque positivo, sigue siendo insuficiente.
Si bien las zonas más despobladas están viendo ligeros aumentos en su población, estos datos no parecen ser lo suficientemente sólidos como para asegurar que la región ha comenzado a revertir de manera definitiva las tendencias de despoblación que han marcado la última década.
Caballero ha destacado que las políticas de inversión y la creación de nuevas empresas en estos territorios han tenido un efecto positivo, y lo cierto es que iniciativas como las fiscalidades diferenciadas o las ayudas a las empresas que se asientan en zonas rurales pueden tener un impacto a corto y medio plazo.
Sin embargo, los datos siguen mostrando una fuga de talento y un déficit de oportunidades en muchos municipios pequeños. ¿Realmente esta inversión es suficiente para garantizar un futuro próspero para las zonas rurales o se trata de un parche que no acaba de solucionar el problema de fondo?
La apuesta por Europa: ¿realmente se aprovecharán los fondos?
Otro de los aspectos en los que Caballero ha puesto el foco es en la creciente presencia de Castilla-La Mancha en Europa, asegurando que el Gobierno regional va a dedicar más recursos a hacer que la voz de la región sea escuchada en las instituciones europeas. Según sus palabras, el objetivo es atraer fondos europeos que permitan impulsar la modernización de la región.
Aunque la idea de atraer fondos europeos es una excelente estrategia para financiar el progreso regional, la pregunta es si el Gobierno autonómico tiene los medios necesarios para competir eficazmente por estos recursos. La región, a pesar de su potencial, no ha sido precisamente una de las más destacadas a nivel europeo en cuanto a la captación de fondos para proyectos de desarrollo. Es necesario que el Ejecutivo logre hacer valer sus intereses en un entorno de alta competencia por los escasos recursos disponibles en la Unión Europea.
La accesibilidad universal, un paso hacia la inclusión
En otro orden de cosas, Caballero ha reiterado el compromiso del Gobierno con la accesibilidad universal, adelantando que se trabajará para aprobar una Ley de Accesibilidad Universal antes de que termine la legislatura. Este es un paso positivo en un tema crucial para garantizar la igualdad de oportunidades a todos los ciudadanos, independientemente de su situación personal o social. Sin embargo, la duda sigue siendo si esta ley será lo suficientemente ambiciosa para abordar todas las brechas que existen en la región en términos de accesibilidad, no solo física, sino también tecnológica y social.
Memoria democrática: ¿se ha avanzado lo suficiente?
El vicepresidente también ha mencionado la continuación de los trabajos en la memoria democrática de Castilla-La Mancha, una tarea que, si bien necesaria, sigue siendo polémica en ciertos sectores. La región, como muchas otras en España, continúa lidiando con las tensiones históricas derivadas de la Guerra Civil y la dictadura franquista. En este sentido, el Gobierno regional ha defendido un proceso de reconciliación y reconocimiento desde el consenso y la no confrontación. No obstante, la pregunta sigue siendo si este enfoque ha sido realmente inclusivo o si ha quedado corto en la exigencia de justicia para las víctimas de la represión.
Un presupuesto austero en la Presidencia: ¿es un ejemplo de eficiencia?
Finalmente, en un ejercicio de austeridad, Caballero ha subrayado que el presupuesto asignado a la Presidencia de Castilla-La Mancha, que abarca la Vicepresidencia Primera, la Vicepresidencia Segunda y la Consejería de Portavoz, asciende a solo 27,9 millones de euros, lo que representa apenas un 0,22% del presupuesto total. En este sentido, el vicepresidente ha asegurado que esta cifra refleja una gestión eficiente de los recursos, destacando que Castilla-La Mancha es una de las comunidades más austeras del país.
Sin embargo, en tiempos de grandes retos sociales y económicos, la austeridad no siempre es sinónimo de eficacia. En el contexto actual, en el que la desigualdad y los problemas estructurales de la región se acentúan, es legítimo cuestionar si esta contención presupuestaria no podría estar limitando las políticas sociales y las inversiones estratégicas necesarias para garantizar el progreso de toda la región.
¿Son suficientes estos presupuestos para frenar la despoblación?
El presupuesto presentado por el Gobierno de Castilla-La Mancha para 2026, con su fuerte énfasis en la lucha contra la despoblación y la modernización regional, parece ser un paso positivo. No obstante, persisten importantes interrogantes sobre la eficacia real de estas políticas, especialmente cuando se comparan con la magnitud del desafío. El destino de las zonas rurales de la región sigue siendo incierto, y los ciudadanos de Castilla-La Mancha tendrán que juzgar si este presupuesto es un verdadero punto de inflexión o simplemente una medida insuficiente para revertir las tendencias demográficas a largo plazo.
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