El pasado 18 de julio, representantes de la Asociación de Titulares de Cotos de Caza de Guadalajara (ATICA) mantuvieron una reunión de trabajo en Toledo con Rubén García, delegado de Medio Ambiente; José Almodóvar, viceconsejero de Medio Ambiente; y Llanos Gabaldón, jefa del Servicio de Caza de Castilla-La Mancha.
Durante el encuentro se abordaron temas clave para el sector cinegético, como la situación de los cotos en la Sierra Norte, los planes técnicos de caza en la provincia, la modificación de la Orden de Veda y los daños causados por el exceso de ungulados.
En relación con los cotos de la Sierra Norte, ATICA destacó que, tras las restricciones impuestas en años anteriores a las esperas nocturnas, actualmente se aprueba el 98% de las solicitudes presentadas. La asociación anunció además que trabaja en una aplicación que permitirá comunicar estas esperas en tiempo real, evitando así la necesidad de trámites previos o autorizaciones formales.
También se abordó la recuperación de especies que habían sido retiradas de los planes técnicos de caza en la provincia. Según ATICA, los resultados de esta labor están siendo “altamente satisfactorios” y se sigue trabajando para mejorar la planificación y sostenibilidad de la actividad cinegética.
Uno de los puntos más relevantes de la reunión fue el análisis del borrador de la nueva Orden de Veda. Inicialmente, el documento planteaba limitar las esperas nocturnas al abatimiento de hembras y crías de jabalí, excluyendo a los machos. ATICA informó que, tras el trabajo conjunto con la administración, se ha conseguido mantener la posibilidad de abatir también a machos, como en la orden anterior.
Por último, la asociación trasladó su preocupación por los daños agrícolas y medioambientales derivados de la sobrepoblación de ungulados y conejos. ATICA indicó que sigue trabajando junto a la administración para aplicar medidas eficaces de control de estas especies.
Sobre ATICA Guadalajara
La Asociación de Titulares de Cotos de Caza de Guadalajara representa a 403 cotos asociados, 11.545 cazadores y una superficie de 716.445 hectáreas en la provincia. Su labor se centra en la defensa de la caza responsable, la gestión del territorio y la conservación de la naturaleza, contribuyendo a la economía rural y la lucha contra la despoblación.








