Para el grupo municipalista, tras las fallidas experiencias de los últimos años, es necesario definir el proceso de participación, garantizando que los proyectos presentados y votados por la ciudadanía se hagan realidad y se ejecuten. Fomentar la participación exige plazos amplios, criterios claros, mayor difusión y dinamización de los Consejos de Barrio.
AIKE PROPONE MEJORAR LOS PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS CON UN REGLAMENTO
Guadalajara, 23 de julio de 2024
El Ayuntamiento de Guadalajara ha iniciado este mes de julio un nuevo proceso de presupuestos participativos para el año 2025. Desde AIKE señalan que una vez más se hace en verano, cuando las asociaciones están menos activas, con plazos muy limitados, con escasa difusión y sin unos criterios previos que clarifiquen cuestiones tan básicas como el tipo de proyectos que se pueden presentar.
Proponemos mejorar los presupuestos participativos con un reglamento. Tras las fallidas experiencias de los últimos años, es necesario definir el proceso de participación, garantizando que lo presentado y votado se haga realidad.#ConsejosdeBarrio #PresupuestosParticipativos pic.twitter.com/5OtcePTdHd
— Aike Guadalajara (@AQuererla) July 24, 2024
Susana Martínez y Javier López-Roberts, concejala y presidente de la formación, han recordado cómo en los últimos siete años se ha ido cambiando el modelo, pero no se ha logrado afianzar:
“En la web del Ayuntamiento se pueden consultar las memorias de los presupuestos participativos desde el año 2017; en algunas ediciones ni siquiera se han completado las fases y, en la mayoría de las ocasiones, los proyectos seleccionados no se han llevado a cabo”.
Como muestra, han señalado lo sucedido el año pasado, donde ni la pista deportiva en el barrio de Aguas Vivas ni ninguno de los proyectos votados por la ciudadanía se han ejecutado porque la partida presupuestaria ha desaparecido tras dos modificaciones de crédito.
“Las asociaciones se implican, hacen propuestas, votan, y después nada de lo anunciado se hace realidad. En lugar de fomentar la participación, se ha logrado en estos años el efecto contrario: desactivar y desanimar”, afirma López-Roberts.
Para AIKE, la participación ciudadana en el presupuesto municipal exige planificación y voluntad del equipo de Gobierno, del personal técnico del Ayuntamiento y de la ciudadanía. Un trabajo conjunto, coordinado y coherente, que no se modifique arbitrariamente cada año.
“Después de años de repetir errores, es necesario definir una guía, un reglamento como tienen otras ciudades, donde se marquen cuestiones básicas como las fases, los plazos, quiénes y cómo pueden hacer propuestas, qué tipo de proyectos son válidos, cuáles son los procedimientos de votación tanto presenciales como en línea, cuáles serán los mecanismos de seguimiento, los canales de información, las estrategias de difusión y los recursos municipales con los que se va a contar”, explicaba Martínez.
López-Roberts señala que “en muchas ocasiones, los presupuestos participativos se han confundido con el arreglo de las aceras o la pavimentación de calles, cuestiones de mantenimiento, que acaban convirtiendo esta iniciativa en un buzón de quejas de la ciudadanía”.
Además, amplía el presidente de la formación, la participación nunca ha sido significativa:
“En 2018 fueron 1,321 personas; el resto de años, en lugar de crecer, ha ido reduciéndose. Fallando la difusión y la comunicación de las convocatorias, con prisas y unos plazos escasos tanto para la presentación de las propuestas como para las votaciones”.
Insisten desde AIKE en que, con la elaboración de un reglamento y el trabajo con los Consejos de Barrio, se podría ampliar la participación y mejorar el desarrollo de los presupuestos participativos, una propuesta que llevarán al Pleno del próximo viernes.