Los beneficios de las grandes empresas agroalimentarias siguen en aumento mientras productores y consumidores sufren las consecuencias
Las grandes empresas del sector agroalimentario ven incrementar sus beneficios mientras que los productores y consumidores padecen la creciente pobreza. En los últimos meses, las grandes empresas de distribución han presentado cuentas muy positivas, mientras que agricultores y ganaderos han experimentado un aumento en los costes de producción. A su vez, los consumidores han sufrido el impacto de la inflación, que ha encarecido el costo de la vida.
La francesa Carrefour ha facturado 22.071 millones de euros en el primer trimestre, lo que representa un incremento del 13%. Makro, la compañía de distribución mayorista a hostelería, ha obtenido un beneficio neto de 9,2 millones de euros en el ejercicio fiscal 2021/2022, y el Grupo DIA ha facturado en el primer trimestre de este año 1.781 millones de euros, un 10 % más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.
En el sector agroalimentario, la compañía de arroz y pasta Ebro Foods ha obtenido un beneficio neto de 43,8 millones de euros al cierre del primer trimestre de 2023, lo que supone un incremento del 5,5%. Danone ha facturado 6.962 millones de euros en el primer trimestre del año, un aumento del 10,5% en datos brutos y del 11,6% en comparables frente a un año antes.
A pesar de esto, el salario medio por trabajador empleado ha disminuido en 2022 en todos los subsectores de la industria alimentaria. La situación es similar en el ámbito energético, donde el grupo español de promoción y gestión de infraestructuras y energías renovables Acciona ha obtenido un beneficio neto de 441 millones de euros en 2022.
Productores y consumidores siguen padeciendo las consecuencias de la desigualdad en la cadena alimentaria. Los costes de producción siguen aumentando para los agricultores y ganaderos, lo que les lleva a obtener menos beneficios y, en algunos casos, incluso a cerrar sus negocios. Los consumidores tienen que hacer frente al aumento de los precios de los productos en los supermercados, lo que afecta a su poder adquisitivo y su capacidad para satisfacer sus necesidades básicas.
Mientras las grandes empresas del sector agroalimentario reportan beneficios millonarios, los trabajadores y productores ven disminuir sus ingresos y se enfrentan a un aumento de los costos de vida y producción.
Es necesario que se tomen medidas para equilibrar la cadena alimentaria y asegurar que los productores obtengan una remuneración justa por su trabajo y los consumidores tengan acceso a alimentos saludables a precios asequibles.
Las grandes empresas del sector agroalimentario deben comprometerse a garantizar que los beneficios sean compartidos de manera equitativa con los productores y trabajadores, y no solo con sus accionistas.
Sólo así se podrá construir una cadena alimentaria justa y sostenible para todos.
Fuente: OCU