Valdeolmos (Madrid) – En la coqueta plaza madrileña de Valdeolmos se celebró una novillada sin picadores en la que cuatro jóvenes espadas, procedentes de distintas escuelas taurinas, ofrecieron una tarde de entrega, verdad y hambre de triunfo. Se lidiaron reses de Santafé Martón, desiguales de presentación y complicadas en su juego, salvo el cuarto, de notable calidad.
Pedro de la Hermosa, de la Escuela de Galapagar, abrió plaza con una declaración de intenciones: portagayola decidida y actitud de torero dispuesto a jugarse el todo por el todo. Supo someter a un novillo exigente y poco claro, imponiendo su mando desde los primeros tercios. Durante la faena de muleta fue prendido por la rodilla, en un susto que pudo ser más, pero el galapagueño no se arredró. Se mantuvo firme, templado y en su sitio. Oreja de ley y fuerte ovación.



Bruno Gimeno, de la Escuela de Valencia, mostró el poso de quien ha toreado. Brindó su novillo al también novillero Adrián Centenera, presente en los tendidos, y cimentó una faena de crecimiento progresivo, donde la firmeza y la expresión con la muleta fueron calando en los tendidos. Oreja con petición de la segunda.
El más rotundo fue Jaime Torija, de la Escuela Taurina de Guadalajara. Torero de buen gusto, dejó verónicas templadas en el saludo y se gustó en banderillas, ganándose de inmediato al público. Brindó su actuación a Rollón, que seguía la tarde desde los tendidos. Con la muleta toreó con poder, colocación y profundidad, y cerró su actuación con una estocada fulminante. Dos orejas y puerta grande asegurada.


Cerró la función Hugo Hernández, de la Escuela de El Juli, el más joven del cartel. Salió con ganas y disposición, y aunque su falta de rodaje se hizo notar por momentos, compensó con ilusión y verdad. Tuvo en suerte al mejor novillo del encierro, noble y con clase, lo que permitió al joven novillero expresarse y mostrar sus buenas maneras. Tras una estocada efectiva, dos orejas que premian una faena esperanzadora.
FICHA DEL FESTEJO
Valdeolmos (Madrid). Novillada sin picadores. Lleno en los tendidos. Novillos de Santafé Martón, desiguales y exigentes los tres primeros; el cuarto, con clase y mayor recorrido.
- Pedro de la Hermosa (E.T. Galapagar): oreja.
- Bruno Gimeno (E.T. Valencia): oreja.
- Jaime Torija (E.T. Guadalajara): dos orejas.
- Hugo Hernández (E.T. El Juli): dos orejas.
Destacaron la entrega de Pedro, el oficio de Bruno, la torería de Torija y las ganas de Hugo. Cuatro jóvenes que dejaron claro que el futuro del toreo sigue latiendo con fuerza.








