Con motivo del Día de Castilla-La Mancha, el Palacio de Congresos de Albacete ha acogido este sábado un emotivo acto institucional en el que se han entregado un total de 43 distinciones, entre ellas, las dos Medallas de Oro otorgadas este año por el Gobierno regional.
Palabras del maestro Luis Cobos y de monseñor Alejandro Arellano, Medallas de Oro en 2025
Albacete, 31 de mayo de 2025
Los galardonados han sido el músico y director de orquesta Luis Cobos y monseñor Alejandro Arellano, quienes, con sus intervenciones, han apelado a los valores de convivencia, justicia y humanidad que definen a la región.
Luis Cobos, natural de Campo de Criptana (Ciudad Real), ha recibido con gratitud la distinción de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, destacando que el reconocimiento no es solo personal, sino un homenaje colectivo a “la diversidad de talentos, trayectorias y sueños que hacen de Castilla-La Mancha una tierra viva, rica y profundamente humana”.
En su intervención, el maestro ha reivindicado el papel de la música como “pilar de nuestra convivencia” y ha pintado con palabras una imagen poética de su tierra natal:
“Tierra de anhelos, leyendas y vid; de música y corazón, gestas por vivir, tierra de sueños y libertad”. Para Cobos, Castilla-La Mancha no es solo un lugar geográfico, sino “una manera de ser y de mirar la vida”, donde la tradición y la modernidad pueden coexistir en armonía.
Por su parte, monseñor Alejandro Arellano, oriundo de Olías del Rey (Toledo) y actual decano del Tribunal de la Rota Romana, ha recibido su Medalla de Oro como un gesto hacia toda la Iglesia, a la que ha vinculado su vida.
Durante su discurso, ha condenado con firmeza la violencia y las guerras que, según sus palabras, “causan un inmenso dolor a víctimas inocentes, especialmente niños y mujeres”.
Arellano ha propuesto a Castilla-La Mancha como un ejemplo de lucha pacífica, donde las armas son “la verdad, la justicia y el bien común”, y ha subrayado la necesidad de construir una sociedad más humana y comprometida con la justicia social.
En este sentido, ha reivindicado el papel de la Iglesia como “elemento clave para lograr una convivencia basada en la caridad y el respeto”.
Ambos galardonados han coincidido en valorar a Castilla-La Mancha como una tierra que apuesta por la inclusión, la tolerancia y el desarrollo de sus pueblos, sin perder de vista sus raíces ni su compromiso con las personas.
El acto ha estado enmarcado dentro de las celebraciones del Día de Castilla-La Mancha 2025, en el que el Ejecutivo autonómico ha otorgado 43 reconocimientos: dos Medallas de Oro, 17 títulos de Hijas e Hijos Predilectos, 12 de Hijas e Hijos Adoptivos y otras 12 Placas al Mérito Regional, en un tributo plural a quienes contribuyen al progreso y al prestigio de la comunidad autónoma.








