La digitalización del comercio minorista: clave para la competitividad de las pymes
En un contexto de transformación económica, el comercio minorista en España se enfrenta a una encrucijada estratégica. Las pequeñas y medianas empresas (pymes) del sector reconocen que la digitalización no es una opción, sino una necesidad urgente para adaptarse a un entorno cada vez más competitivo, cambiante y exigente. Así lo refleja el último informe del Observatorio de Competitividad Empresarial de la Cámara de Comercio de España, que analiza el nivel de digitalización y los desafíos estructurales del sector minorista.
Digitalización del comercio minorista: avance desigual pero imparable
La transformación digital ha ganado terreno en el tejido empresarial del comercio. Actualmente, el 62% de las pymes considera que la digitalización del comercio es un factor clave para su competitividad. Este porcentaje crece en función del tamaño de la empresa: solo el 55% de las microempresas (menos de 10 empleados) lo valora como esencial, frente al 71% en las pymes medianas (10-49 empleados) y hasta el 80% en las más grandes (más de 50 empleados).
Sin embargo, persiste un desfase digital preocupante. Aunque el 70% del sector considera tener un nivel medio o alto de digitalización, este dato cae al 58% en el caso de las microempresas, lo que indica una brecha entre grandes y pequeñas empresas. Las compañías con mayor capacidad de inversión destacan por su presencia digital: el 97% de las pymes grandes dispone de página web propia y el 92% gestiona perfiles activos en redes sociales. En cambio, solo el 52% de las microempresas tiene web y un 58% usa redes sociales de forma profesional.
La pandemia de COVID-19 actuó como catalizador para muchos negocios. Según los datos del informe, el 41,5% de las pymes del comercio aceleró su digitalización a raíz de la crisis sanitaria. Este impulso fue mayor en empresas de tamaño medio y grande (53%) que en las más pequeñas (34%). Además, un 25% de los comercios minoristas comenzó a vender online desde 2020, aunque solo el 28% dispone actualmente de un canal propio de comercio electrónico.
Principales obstáculos a la digitalización del comercio
A pesar del crecimiento, el proceso de digitalización de las pymes minoristas se ve limitado por diversos factores. Las principales barreras a la digitalización señaladas por los empresarios del sector son:
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Falta de tiempo (45%), que impide dedicar recursos a la innovación.
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Presupuesto insuficiente (35%), especialmente en microempresas.
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Falta de competencias digitales entre clientes y proveedores (19%).
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Carencia de asesoramiento especializado (18%).
Estos obstáculos reflejan la necesidad de políticas de apoyo específicas para acompañar a las pequeñas empresas en su transformación tecnológica, especialmente en zonas rurales o con bajo dinamismo económico.
Fondos europeos: una oportunidad aún poco aprovechada
Uno de los instrumentos clave para impulsar la digitalización en el comercio minorista son los fondos europeos Next Generation EU, articulados a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Sin embargo, el informe muestra que solo un 33% de las pymes del comercio ha solicitado o tiene intención de solicitar estas ayudas europeas.
La falta de conocimiento es significativa: el 63% de las empresas afirma desconocer estos fondos. Entre las microempresas, este desconocimiento es aún más acusado: solo el 21% ha accedido o planea acceder a estas subvenciones. Esto pone de manifiesto la necesidad de una mayor difusión y simplificación administrativa para que estas ayudas lleguen efectivamente al pequeño comercio.
Problemas estructurales del comercio minorista
Junto al reto de digitalizarse, el comercio minorista español enfrenta serias dificultades económicas derivadas de la coyuntura actual. El incremento de los precios es la principal preocupación para el 73% de las empresas, seguido por los problemas de abastecimiento (34%) y la caída de la demanda (32%).
Estas tensiones están afectando especialmente a las microempresas, que son las más vulnerables ante cambios en el entorno. En el primer semestre de 2023, casi el 46% de las empresas con menos de 10 trabajadores vieron disminuir sus ventas, frente al 19% de las pymes de mayor tamaño. Además, el 58% de las microempresas se muestra pesimista sobre su situación futura, mientras que este porcentaje se reduce al 25% entre las empresas medianas y grandes.
Frente a estos desafíos, el sector reclama medidas de apoyo urgentes, entre las que destaca la reducción de la presión fiscal, solicitada por el 82% de los comercios consultados. También se pide un mayor impulso a la formación digital, el acceso a herramientas tecnológicas y la mejora de los canales de financiación para acometer inversiones en innovación.
Digitalizar o desaparecer
La digitalización del comercio minorista en España es un proceso en marcha, pero todavía desigual. Mientras algunas empresas avanzan con paso firme hacia modelos de negocio más eficientes, sostenibles y orientados al cliente digital, otras muchas aún no han dado los primeros pasos. La brecha digital amenaza con profundizar las diferencias entre empresas y territorios si no se articulan políticas públicas eficaces y accesibles.
Aprovechar los fondos europeos, invertir en formación digital para pymes, fomentar la transformación tecnológica y reducir las barreras estructurales son elementos clave para asegurar la competitividad del comercio minorista español en los próximos años. Digitalizarse ya no es solo una ventaja: es la única vía para sobrevivir y crecer en una economía cada vez más digitalizada y global.
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