La ciudad de Sigüenza ha conmemorado el centenario del fallecimiento del gran pintor valenciano Joaquín Sorolla con dos importantes eventos. El fin de semana pasado, la bisnieta del artista, Fabiola Almarza Lorente Sorolla, ofreció una conferencia en la que habló sobre la vida y obra del pintor, así como también compartió algunos recuerdos familiares.
Se inauguró una exposición en la Casa del Doncel que cuenta con treinta réplicas fotográficas de cuadros, bocetos y “tipos” del pintor, fotografías familiares y otros documentos, entre los que destaca una fotografía de “Castilla”, el gran cuadro que Sorolla pintó para su mecenas, Archer M. Huntington.
La alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino, y la concejala de Cultura, Ana Blasco, también estuvieron presentes en ambos eventos, destacando la importancia de estos homenajes para la ciudad y su patrimonio cultural.
Fabiola Almarza, quien tiene una larga relación con la ciudad del Doncel, habló en su conferencia sobre la familia de Joaquín Sorolla, incluyendo a sus padres que fallecieron en una epidemia de cólera en Valencia, su esposa Clotilde García, y su suegro, el fotógrafo Antonio García. Almarza destacó la importancia del tío del pintor, quien lo llevó junto a su hermana y los crio, y lo llevó a la Escuela de Artesanos para que desarrolle su talento pictórico.
Sorolla pintó una amplia variedad de temas a lo largo de su carrera, desde la pintura histórica y religiosa hasta la pintura de género. Ganó su primer Premio Nacional de Pintura con su cuadro “2 de mayo en Madrid, Defensa del parque de artillería de Monteleón” y su Beca de Roma con “El crit del Palleter”, que le ayudó a viajar y formarse en Italia.
Después de su éxito en Francia en 1895, su carrera despegó rápidamente, y las galerías de arte más importantes de Europa se interesaron por su obra. En 1906, Sorolla realizó su primera gran exposición en París, realizando 497 cuadros a la galería Georges Petit, lo que resultó en un gran éxito de público y ventas.
A pesar de que su exposición en las Grafton Galleries de Londres en 1908 no fue un éxito comercial, allí conoció a Archer M. Huntington, fundador de la Hispanic Society of America de Nueva York, quien le hizo los encargos más importantes de su carrera. En 1900, Sorolla recibió el Grand Prix por su obra “Triste herencia” en la Exposición Universal de París.
Huntington le propone en ese año que decore su biblioteca con motivos españoles. Sorolla le convenció para que los motivos fueran las costumbres de cada región española, en lugar de escenas históricas como pretendía. En eso quedaron, y Sorolla empezó a hacer los bocetos de todo ello.
Empezó por el panel de la antigua Castilla (actuales Castilla-La Mancha, Castilla-León y Madrid). Para crear bocetos y cuadros, viajó durante siete años por todo el país. El primer pueblo que visitó fue Lagartera, en Toledo. A partir de él, recorrió la región, y también Guadalajara, elaborando los esbozos del cuadro definitivo. Algunos se conservan en el Museo Sorolla, en la calle General Martínez Campos de Madrid.
En 1912 pasó por Guadalajara, concretamente por Jadraque, camino de Soria. En su relación epistolar con Clotilde, a la que escribía a diario cuando no viajaba con él, dice que “comió bien”.
También se conservan unos dibujos de las tierras rojas de nuestra provincia. Y, en ese mismo año, viajó a la Alcarria, donde pintó unos “tipos” alcarreños.
Con todo este material, pintó el gran cuadro de Castilla, en torno a una ‘Fiesta del pan’, porque consideraba que Castilla era trigo, era el Granero de España. En el cuadro, coloca a todos los personajes vestidos con los trajes típicos de cada comarca. Es un cuadro enorme, de casi 14 metros de largo, por 3,5 de alto. De hecho, en la exposición recién inaugurada de Sorolla en Sigüenza, muestra algunos de los personajes de manera individualizada que aparecen en él.
Fabiola Almarza presentó algunos de los bocetos que se conservan en la Hispanic Society of America en Nueva York. Huntington no solo le pidió los cuadros y los bocetos, también le pidió que comprar la indumentaria de cada provincia. En total, pintó catorce de estos paneles. Y para hacerlo, viajo por Aragón, donde estuvo en Huesca, en Jaca y en Ansó, por Barcelona, Valencia, Extremadura, Galicia y Andalucía, donde acabó en Ayamonte, interesado por las impactantes imágenes de la pesca del atún. Terminó la serie, que lleva por título ‘Visión de España’ en 1919.
Los 14 paneles que la componen se conservan en la biblioteca de la Hispanic Society of America, cuyo mecenas también le encargó retratos de los más importantes personajes españoles. Así fue como pintó a todos los grandes de la época, empezando por su suegro, como fotógrafo, pero también a los reyes de España, a Manuel Bartolomé Cossio o a Emilia Pardo Bazán, como única mujer. Así, la Hispanic Society es el único sitio donde, salvo el propio Museo Sorolla de Madrid, se conserva la mayor cantidad de obra del autor. Durante este periodo, se mantiene muy activo y viajando con frecuencia a Valencia y a al norte para pintar sus playas.
En el año 1920, Sorolla sufrió una hemiplejia, cuando apenas contaba con 57 años, mientras pintaba en el jardín de su casa. Tres años después, fallecía, en agosto de 1923 en Cercedilla.
Sorolla y Clotilde ya habían hablado de que la casa donde vivían en Madrid, en la calle del General Martínez Campos, 37, sería después su Museo. Su esposa redactó su testamentaría donde donaba la casa, cuadros, muebles y documentación cuando falleciera. Clotilde murió en 1929. Un año después, el Estado Español admitió la donación.
En 1931 la casa se habilita como museo, y en 1932, abre como Museo, hasta el día de hoy.
Fuente: Ayuntamiento de Sigüenza
MUSEO SOROLLA
Una visita imprescindible para los amantes del arte en Madrid y ofrece una oportunidad única para explorar la obra de uno de los artistas españoles más importantes del siglo XX.
La casa-museo está ubicada en la casa que Sorolla construyó para sí mismo en 1911 en el barrio de Chamberí de Madrid.
Después de la muerte del artista en 1923, la casa fue adquirida por el Estado y en 1932 se inauguró como museo.
La casa consta de varios espacios, como el estudio de Sorolla, el jardín, la capilla, la biblioteca y las habitaciones de la familia. En el interior se exhiben numerosas obras del artista, incluyendo sus famosas pinturas de la costa valenciana, escenas de playa y retratos.
El museo también cuenta con una sala de exposiciones temporales, que presenta exposiciones de otros artistas y temas relacionados con la obra de Sorolla.
🎨 La expo "¡Sorolla ha muerto! ¡Viva Sorolla!" traza el recorrido vital de Joaquín Sorolla durante sus últimos años y saca a la luz la enorme repercusión que tuvo su muerte y los homenajes que recibió. Puedes visitarla en el @MuseoSorolla hasta el 25 de junio. #CentenarioSorolla pic.twitter.com/nvPfT7XTib
— Museo Sorolla (@MuseoSorolla) March 17, 2023