Cortisol: Qué es, para qué sirve y por qué debes prestarle más atención
El cortisol, conocido comúnmente como la “hormona del estrés“, juega un papel fundamental en el funcionamiento de nuestro cuerpo. Regula procesos tan importantes como el metabolismo, el sueño, la respuesta inmunitaria, la inflamación y la gestión del estrés. Sin embargo, en los últimos años, ha adquirido una mala fama, especialmente a través de mitos sobre el cortisol que circulan en redes sociales y otros medios.

Aquí desglosamos lo que realmente debes saber sobre esta crucial hormona, cómo afecta tu cuerpo y por qué es importante prestarle atención.
Una fuente de energía física esencial
Producido por las glándulas suprarrenales, ubicadas justo encima de cada riñón, el cortisol es vital para la correcta función del organismo. Sin él, sería prácticamente imposible sobrevivir. Se trata de una hormona esteroidea que regula diversos aspectos de nuestra salud.
Anat Ben-Shlomo, endocrinóloga y profesora de medicina, explica que el cortisol es necesario para todo, desde el metabolismo hasta el sueño, pasando por la función inmunitaria y la respuesta a la inflamación.
Sin embargo, es más conocido por su papel en la respuesta al estrés. Cuando el cuerpo percibe una amenaza (ya sea física o emocional), el sistema nervioso simpático se activa y las glándulas suprarrenales liberan cortisol. Esta hormona proporciona la energía rápida que necesitamos para enfrentar la amenaza y regresar al equilibrio o homeostasis.
¿Es posible tener carencia o exceso de cortisol?
Sí, tanto la deficiencia como el exceso de cortisol son posibles.
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Exceso de cortisol: Cuando las glándulas suprarrenales producen cortisol en exceso, puede ocurrir un trastorno conocido como síndrome de Cushing. Este síndrome se caracteriza por un aumento de peso, debilidad muscular, problemas con el azúcar en sangre y hematomas fáciles. Este exceso puede ser causado por tumores en la glándula pituitaria o el uso prolongado de ciertos medicamentos, como los corticosteroides.
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Deficiencia de cortisol: Por otro lado, algunas personas tienen niveles bajos de cortisol, lo que se conoce como insuficiencia suprarrenal crónica o enfermedad de Addison. Esto sucede cuando el sistema inmunitario ataca las glándulas suprarrenales, impidiendo la producción adecuada de cortisol. Los síntomas incluyen fatiga extrema, mareos y pérdida de apetito.
El mito de la “fatiga suprarrenal”
Uno de los mitos más comunes sobre el cortisol es la llamada “fatiga suprarrenal”. Según algunos gurús de la salud en Internet, un estrés prolongado puede llevar a un agotamiento de las glándulas suprarrenales, lo que ocasionaría una incapacidad para producir cortisol. Sin embargo, los expertos como Anne Cappola, profesora de endocrinología en la Universidad de Pensilvania, refutan este mito. Según Cappola, las glándulas suprarrenales tienen una “gran redundancia” y no es fácil que dejen de funcionar.
La “fatiga suprarrenal” no está respaldada por estudios científicos sólidos y carece de base médica.
Aunque el estrés crónico no agotará tus glándulas suprarrenales, puede tener efectos graves sobre tu salud en general, provocando trastornos del estado de ánimo, problemas digestivos, enfermedades cardiovasculares y mucho más.
Lo importante es aprender a manejar el estrés para evitar que sus efectos dañinos se acumulen.
Luchar contra el estrés crónico y sus efectos
El estrés crónico es uno de los mayores enemigos de la salud. Si bien no agota el cortisol, sí puede tener efectos devastadores a largo plazo, afectando múltiples sistemas del cuerpo. Las investigaciones indican que el estrés puede contribuir a una serie de enfermedades, desde trastornos del ánimo hasta enfermedades cardiovasculares.
Algunas estrategias efectivas para reducir el estrés incluyen:
- Ejercicio regular: La actividad física ayuda a reducir los niveles de cortisol y a mejorar la salud en general.
- Meditar o practicar mindfulness: Estas técnicas permiten reducir la ansiedad y el estrés, equilibrando así los niveles hormonales.
- Dormir lo suficiente: Un buen descanso es esencial para mantener niveles de cortisol equilibrados.
- Mantener una dieta saludable: Los alimentos ricos en antioxidantes y nutrientes pueden ayudar a reducir el impacto del estrés en el cuerpo.
¿Cómo saber si tienes niveles de cortisol alterados?
Si experimentas síntomas como fatiga crónica, aumento de peso inexplicable, irritabilidad o dificultad para dormir, es posible que tu cuerpo esté lidiando con un desequilibrio de cortisol. En estos casos, es recomendable consultar con un endocrinólogo, quien puede realizar pruebas de cortisol en sangre, saliva o orina para determinar si tus niveles son normales.
Una prueba de cortisol puede ser útil para diagnosticar problemas como el síndrome de Cushing (cortisol alto) o la enfermedad de Addison (cortisol bajo). Estos trastornos endocrinos requieren tratamiento especializado para evitar complicaciones graves.
Consecuencias del exceso de cortisol en tu salud
Cuando el cortisol se mantiene elevado de manera crónica, puede tener efectos muy negativos en diversos sistemas del cuerpo:
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Sistema inmunológico: Un exceso de cortisol reduce la capacidad del cuerpo para defenderse de infecciones, lo que puede llevar a enfermedades respiratorias y autoinmunes.
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Sistema digestivo: El cortisol elevado interfiere con la digestión y puede provocar problemas como síndrome de colon irritable y úlceras.
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Sistema cardiovascular: El exceso de cortisol aumenta la presión arterial, lo que incrementa el riesgo de enfermedades del corazón e incluso infartos.
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Cerebro: Niveles elevados de cortisol dificultan el sueño y la memoria, lo que puede generar un ciclo vicioso de agotamiento mental.
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Sistema metabólico: El cortisol alto contribuye al sobrepeso, especialmente en la zona abdominal, y puede aumentar los antojos por alimentos ricos en azúcar y grasas.
El cortisol y su impacto en nuestra vida
El cortisol es una hormona esencial para la regulación de diversas funciones corporales.
Si bien es crucial para la respuesta al estrés y el metabolismo, mantenerlo equilibrado es clave para evitar efectos negativos en la salud. El exceso o la deficiencia de cortisol pueden causar trastornos graves, pero lo más importante es saber cómo manejar el estrés de manera efectiva para evitar estos desequilibrios.
Prestar atención a tu cuerpo, llevar un estilo de vida saludable y buscar ayuda profesional si experimentas síntomas relacionados con el cortisol puede marcar la diferencia en tu bienestar general.







