La evolución de los cerramientos de aluminio en la construcción ha marcado un cambio significativo en cómo concebimos la eficiencia y el confort en las edificaciones. En sus inicios, materiales como el hierro, el acero y la madera dominaban el mercado de ventanas y puertas. Sin embargo, a medida que el aluminio comenzó a ganar protagonismo en el siglo XX, se hizo evidente que sus ventajas —ligereza, resistencia a la corrosión y durabilidad— lo convertían en un material ideal para el diseño de carpinterías modernas.
Durante las primeras décadas de su implementación, las ventanas de aluminio destacaban por su resistencia y estética limpia, pero no ofrecían un buen aislamiento térmico ni acústico. Esto llevó al desarrollo de innovaciones como la rotura de puente térmico (RPT), que consiste en insertar materiales aislantes entre el interior y el exterior del perfil de aluminio. En un principio, se usaron resinas, pero con el tiempo se adoptaron pletinas de poliamida, que revolucionaron la capacidad de aislamiento de las ventanas de aluminio. Estos avances lograron reducir la transmisión térmica y, con ello, mejoraron el ahorro energético en los edificios.
Por otro lado, los cristales han jugado un papel esencial en esta evolución. La incorporación de vidrios dobles o triples con cámaras rellenas de aire o gas argón ha sido determinante para aumentar el aislamiento térmico y acústico. Estas soluciones no solo permiten mantener una temperatura interior más estable, sino que también reducen notablemente los ruidos provenientes del exterior, mejorando el confort en entornos urbanos.
Otro punto destacable es la integración de persianas en los cerramientos. Este tipo de sistemas ha evolucionado para ofrecer soluciones estéticas y funcionales, incorporando persianas motorizadas, cajas de persiana aisladas térmicamente e incluso paneles solares que las hacen autosuficientes. Esto no solo mejora la eficiencia energética del hogar, sino que también aporta mayor comodidad a los usuarios.
En la actualidad, las ventanas de PVC, aluminio y madera se han transformado significativamente, incorporando tecnologías de aislamiento avanzadas que mejoran considerablemente su rendimiento térmico, acústico y energético. A continuación, te explico cómo cada uno de estos materiales ha evolucionado con estas innovaciones:
Ventanas de PVC
Las ventanas de PVC (policloruro de vinilo) se han consolidado como una opción popular debido a su capacidad de aislamiento térmico y acústico. El PVC es un material naturalmente aislante, y al combinarse con tecnologías como la cámara de aire en los vidrios dobles o triples, proporciona un excelente aislamiento térmico. Además, muchos sistemas de PVC cuentan con refuerzos metálicos internos y tecnología de rotura de puente térmico en los perfiles, lo que evita la transferencia de calor entre el interior y el exterior. Esto convierte al PVC en una opción muy eficiente para la construcción de edificios sostenibles y de bajo consumo energético.
Ventanas de Aluminio
El aluminio, por su parte, aunque tradicionalmente no ofrecía un buen aislamiento térmico, ha evolucionado enormemente. Los sistemas más modernos de carpintería de aluminio incluyen rotura de puente térmico, que utiliza materiales aislantes como la poliamida para separar el perfil exterior del interior. Esto mejora significativamente la eficiencia energética de las ventanas de aluminio. Además, el uso de cristales de baja emisividad y gas argón entre los vidrios dobles o triples aumenta el aislamiento térmico y acústico, lo que contribuye a la mejora de la eficiencia energética y el confort de los hogares.
Ventanas de Madera
Las ventanas de madera siguen siendo una opción clásica y estética, pero también se han modernizado para ofrecer un alto rendimiento. Al igual que con el aluminio y el PVC, las ventanas de madera ahora cuentan con sellados de alta calidad y sistemas de aislamiento como cámaras de aire o vidrios dobles y triples. El uso de la madera laminada también ha mejorado su resistencia y durabilidad. Además, los avances en la protección de la madera contra la humedad y las inclemencias del tiempo han asegurado que este material pueda competir con el PVC y el aluminio en términos de eficiencia energética.
Innovaciones en la Tecnología de Aislamiento
Además de los avances en los propios materiales de los marcos, los cristales de las ventanas también han experimentado grandes innovaciones. El vidrio de baja emisividad (Low-E) es una de las tecnologías más destacadas. Este vidrio tiene una capa metálica ultradelgada que reduce la pérdida de calor y bloquea la radiación ultravioleta, mejorando así el aislamiento térmico. Los vidrios acústicos también han ganado popularidad en áreas urbanas o cerca de fuentes de ruido, pues ayudan a reducir la transmisión del sonido.
Además, tecnologías como persianas integradas en el sistema de la ventana no solo mejoran la estética, sino que también aportan un extra de aislamiento térmico y control de la luz, contribuyendo a un ambiente interior más confortable y eficiente.
Gracias a estas tecnologías, las ventanas de PVC, aluminio y madera ahora ofrecen un aislamiento superior, lo que permite construir viviendas y edificios mucho más eficientes desde el punto de vista energético, reduciendo costos de calefacción y refrigeración, y mejorando el confort interior.
En el caso de España, las políticas públicas han jugado un papel importante en la mejora del aislamiento en cerramientos. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) establece como objetivo la rehabilitación energética de más de un millón de viviendas para 2030, con énfasis en el aislamiento térmico y el uso de energías renovables. Este esfuerzo se ve respaldado por las ayudas de los fondos europeos NextGenerationEU, que financian entre el 40% y el 80% de las reformas destinadas a mejorar la eficiencia energética, incluidas aquellas relacionadas con ventanas y cerramientos.
MEMSA, expertos en asesoramiento, fabricación y montaje
En este contexto, empresas especializadas como MEMSA desempeñan un papel fundamental al liderar el desarrollo de soluciones robustas y eficientes en carpintería de aluminio. Con más de cuatro décadas de experiencia, MEMSA se ha consolidado como referente en la fabricación y montaje de estructuras emblemáticas como muros cortina, lucernarios, ventanas y puertas de aluminio.
“La calidad y la innovación son la base de nuestro trabajo. Nuestros sistemas de carpintería, con y sin rotura de puente térmico, están diseñados para maximizar la eficiencia energética y el confort de los espacios. Además, ofrecemos soluciones integrales con persianas, mosquiteras y mayorquinas, asegurando acabados impecables y duraderos.”
MEMSA también se destaca por su tecnología de vanguardia, aplicando lo último en avances tecnológicos para garantizar reparaciones precisas y eficientes. La empresa está comprometida con ofrecer soluciones expertas para problemas técnicos, lo que les permite satisfacer las necesidades de cada cliente con rapidez y fiabilidad. Con un lema claro desde su gerencia, “Ningún Proyecto es demasiado Grande o demasiado Pequeño”, MEMSA asegura que cada proyecto, independientemente de su magnitud, recibe la misma atención y dedicación, consolidando su liderazgo en el sector.
La capacidad de MEMSA para combinar diseño estético, funcionalidad y tecnología avanzada ha permitido transformar proyectos arquitectónicos en espacios más eficientes y sostenibles. Estas iniciativas demuestran que los cerramientos de aluminio no solo son una elección estética, sino una herramienta clave para construir un futuro más sostenible y confortable.
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