La Sierra Norte de Guadalajara busca equilibrio entre la protección del lobo ibérico y la sostenibilidad económica rural mediante un manifiesto conjunto de ganaderos, alcaldes y cazadores
Cogolludo, 12 de diciembre de 2024
Más de 60 representantes de ganaderos, agricultores, cazadores, realeros, presidentes de cotos de caza, alcaldes y concejales de la Sierra Norte de Guadalajara se reunieron el pasado miércoles en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Cogolludo.
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El objetivo: debatir sobre las consecuencias de la protección del lobo ibérico y plantear soluciones conjuntas para paliar su impacto en la economía y la calidad de vida de los habitantes de la comarca.
La reunión en Cogolludo subraya la urgencia de encontrar un equilibrio entre la protección del lobo ibérico y la supervivencia del mundo rural.
El encuentro, organizado por ATICA Guadalajara, APAG (Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos) y la Agrupación de Ganaderos de la Sierra Norte (AGSN), se centró en unir esfuerzos para generar un manifiesto que será presentado a las administraciones local, regional y nacional con el fin de buscar medidas concretas y eficaces para la convivencia con esta especie protegida.
Un panorama complejo para el equilibrio rural
La Sierra Norte de Guadalajara se encuentra en un delicado equilibrio entre la conservación de su biodiversidad y el mantenimiento de una economía rural sostenible. La inclusión del lobo ibérico en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) ha intensificado los desafíos para los habitantes de esta comarca. Mientras que la conservación del lobo es un avance en términos de biodiversidad, su presencia creciente en zonas habitadas plantea una serie de problemas económicos, sociales y ecológicos que no pueden ser ignorados.
Impacto en los cotos de caza y la economía rural
Francisco Plaza, presidente de ATICA Guadalajara, y Juan Carlos Abajo, técnico de la asociación, expusieron cómo las restricciones de las esperas de jabalí en zonas con presencia de lobos están reduciendo la rentabilidad de los cotos de caza.
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Esta actividad, esencial para la economía rural, genera ingresos no solo para los cotos, sino también para negocios locales como alojamientos, restaurantes y talleres.
“La caza es un motor económico para muchas localidades. Sin ella, los municipios pierden una fuente clave de financiación,” señaló Plaza.
Además, advirtió que las restricciones actuales contravienen la Orden de Vedas de Castilla-La Mancha y la Ley del Parque Natural, complicando aún más la gestión de la sobrepoblación de jabalíes.
La ganadería, en una situación insostenible
Fernando Moreno y Manuel Gordo, representantes de los ganaderos, describieron un panorama desolador: indemnizaciones tardías y deficientes, falta de compensación por pérdidas indirectas como abortos en el ganado, y un aumento de enfermedades como la tuberculosis, propagada por jabalíes en sobrepoblación.
“Nos piden que convivamos con el lobo, pero no nos dan las herramientas necesarias para hacerlo. Si seguimos así, los ganaderos desaparecerán, y con ellos, el tejido económico de esta región,” subrayó Moreno.
Los ganaderos también denunciaron la falta de claridad y transparencia en los procedimientos para reportar ataques de lobos, así como la ausencia de medidas preventivas reales, como cercados electrificados adecuados o perros de guarda subvencionados.
“No podemos asumir los costes solos, necesitamos un respaldo real por parte de las administraciones,” añadió Gordo.
Ayuntamientos exigen apoyo para la Sierra
Los alcaldes Mariano Escribano (Hiendelaencina), Javier Abad (Condemios de Arriba) y Francisco Lorenzo (La Huerce) pusieron sobre la mesa la necesidad de que las zonas rurales reciban compensaciones por los servicios ecosistémicos que ofrecen. Estas áreas, fundamentales para el equilibrio ambiental, están asumiendo una carga desproporcionada en comparación con las zonas urbanas.
“La sociedad urbana debe entender que nuestra labor aquí no solo beneficia a quienes vivimos en la Sierra, sino también al conjunto de la sociedad. Conservamos el agua, protegemos la biodiversidad y actuamos como sumideros de carbono,” señaló Lorenzo.
Asimismo, se abordó la creciente intrusión del lobo en zonas habitadas. Ejemplos recientes, como la presencia de lobos en el municipio de Arbancón, han generado alarma entre los vecinos. Los alcaldes también denunciaron la instalación de cámaras en el campo sin previo aviso, lo que consideran una invasión a la privacidad y un obstáculo para las actividades tradicionales.
Un manifiesto en defensa del mundo rural
Juan José Laso, presidente de APAG, destacó que el futuro de la Sierra Norte de Guadalajara depende de sectores como la ganadería, la caza y el turismo.
“No podemos hipotecar el desarrollo rural por decisiones que no consideran las realidades locales. Exigimos compensaciones justas y políticas adaptadas a nuestras necesidades,” afirmó.
Laso también abogó por un enfoque integral que combine la conservación del lobo con medidas que garanticen la sostenibilidad económica y social de la región.
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Como conclusión del encuentro, se acordó redactar un manifiesto que recoja las demandas y propuestas discutidas. Este documento será firmado por todas las entidades implicadas y presentado ante las administraciones correspondientes, con el objetivo de iniciar un diálogo constructivo que permita soluciones equilibradas y sostenibles.
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El lobo ibérico: símbolo de biodiversidad, reto para el desarrollo rural
La coexistencia no debe ser una carga desproporcionada para los habitantes de las zonas rurales, sino un esfuerzo compartido que valore tanto la riqueza natural como el bienestar de los pueblos que la custodian. Solo a través de un diálogo abierto y colaborativo será posible garantizar un futuro en el que biodiversidad y desarrollo humano caminen de la mano.
