Se cambió el nombre, fue padre de nueve hijos, se enriqueció con los derechos de autor de sus obras, y fue perseguido por la Inquisición… El profesor de Filología Románica de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) Guillermo Alvar ha reconstruido la biografía de uno de los profesores más insignes de la institución cisneriana. Esta obra coincide con el homenaje al autor de la ‘Gramática’, conmemorando el aniversario de su muerte.
Elio Antonio de Nebrija, anatomía alternativa de un genio ‘incomprendido’
Alcalá de Henares, 05 de julio de 2024
Flaubert aconsejaba en “Madame Bovary” que “no hay que tocar a los ídolos, porque el dorado se nos queda en las manos”.
Subimos a nuestros grandes referentes a enormes pedestales, temerosos de que humanizarlos les reste algo de su grandeza original. Olvidamos que, antes de ser esculturas de mármol, fueron seres humanos de barro. En ello reside el mérito y el ejemplo de su historia.
Algo así sucede con Elio Antonio de Nebrija (Lebrija, 1444- Alcalá, 1522), uno de los grandes nombres inscritos en la historia dorada de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH), quien hoy será homenajeado en la Capilla de San Ildefonso, coincidiendo con el aniversario de su muerte.
Nebrija es sinónimo de Gramática y Grandeza.
Sin embargo, esa ecuación simple oculta los avatares, gestas y miserias que revelan su verdadera dimensión como persona.
Un Hombre Revolucionario
Guillermo Alvar, profesor titular de Filología Románica en la UAH, describe a Nebrija como “un hombre revolucionario en su época”. No es casual la fórmula utilizada: fue un revolucionario y un hombre de su tiempo, que aparcó su vocación religiosa por “incontinencia” sexual, como él mismo escribió.
Esa incontinencia desencadenó eventos clave en su biografía: su matrimonio con Isabel Solís, nueve hijos, y una obsesión por ganar dinero con su trabajo, lo que lo convirtió en un pionero en el campo de los derechos de autor.
Nebrija comprendió el poder de la imprenta, y su primera edición de “Introductiones latinae” vendió más de 1.000 ejemplares, una cifra impresionante para la época. Su éxito económico lo llevó a pleitear con el famoso impresor Arnao Guillén de Brocar por la lentitud en la impresión de sus obras, ganando el juicio.
Arrogante, Orgulloso y Pendenciero
Nebrija cambió su nombre original, Antonio Martínez de Cala y Jarana, por el de Elio Antonio de Nebrija. Su carácter orgulloso e intelectualmente pendenciero lo llevó a enfadarse con muchos, incluidos médicos, juristas e incluso el Cardenal Cisneros, aunque mantenían una relación compleja pero respetuosa.
Nebrija se enfrentó a todos en debates sobre el latín de los textos clásicos. Su insistencia en la corrección de la Vulgata, la traducción de la Biblia al latín, le valió enemigos poderosos, incluyendo al Inquisidor general Diego de Deza. A pesar de las acusaciones, Nebrija defendió su trabajo en su “Apología” de 1507, en la que abogaba por la libertad de expresión y la honestidad intelectual.
Acusado por la Inquisición, Salvado por Cisneros
Gracias a la protección de Cisneros, Nebrija se libró de la condena de la Inquisición y fue fichado por la Universidad de Alcalá. En esta institución, colaboró en la elaboración de la Biblia Políglota Complutense, destacando por su dominio del latín y sus nociones de griego y hebreo. Esta etapa fue la más importante de su vida, consolidando su legado.
A pesar de su avanzada edad, Nebrija mantuvo una actividad frenética junto a Cisneros. A lo largo de su carrera, su insistencia en corregir la Vulgata y su valentía intelectual dejaron una huella perdurable.
Homenaje en la Capilla de San Ildefonso
Hoy, la Universidad de Alcalá rinde homenaje a Elio Antonio de Nebrija en la Capilla de San Ildefonso, donde fue enterrado. Aunque el rastro de sus restos se perdió con el tiempo, su legado intelectual perdura, recordándonos la grandeza de un genio ‘incomprendido’.
El 2 de julio de 1522 fallecía uno de los más ilustres embajadores de nuestra Universidad: Elio Antonio de Nebrija, autor de la primera gramática española, historiador, traductor, impresor... en definitiva, una de las principales figuras del humanismo en España. Algo más de 500 años después, la UAH organiza un sentido homenaje para celebrar y recordar su inmensa figura. Para asistir al acto habrá que inscribirse llenando el siguiente formulario. En primer lugar, se realizará una ofrenda floral bajo la placa de Nebrija en la Capilla de San Ildefonso. A continuación, el director para las Artes y la Cultura de la UAH dará la bienvenida. Después, el profesor Denis Rafter pronunciará la conferencia «Buscando a Nebrija» para, al finalizar, dar paso a un homenaje por parte de los estudiantes. El rector, José Vicente Saz, cerrará las intervenciones con un breve discurso. El broche de oro lo pondrá el grupo de cámara de la Orquesta de la Universidad de Alcalá, que interpretará obras de Juan de Encina extraídas del Cancionero Musical de Palacio (siglos XV y XVI): "Pues no te duele mi muerte", "Pues que mi triste penar", "Todos los bienes del mundo", "Caldero y llave, Madona", "Triste España sin ventura", "Daca, bailemos", y "Carillo".