Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos alerta sobre el impacto del acuerdo de la Directiva de Emisiones Industriales en granjas avícolas y porcinas de tamaño mediano y pequeño. Señalan que estas nuevas exigencias serán inasumibles, aumentando la carga burocrática y los costos para las granjas. La organización lamenta que parte de los eurodiputados hayan apoyado este acuerdo.
Unión de Uniones Alerta sobre Impacto de la Directiva de Emisiones en Granjas Avícolas y Porcinas
Guadalajara, 21 de Marzo de 2024. En un comunicado reciente, Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha expresado su preocupación ante el acuerdo de la Directiva de Emisiones Industriales aprobado por parte de los eurodiputados, destacando sus efectos perjudiciales para las granjas avícolas y porcinas de tamaño mediano y pequeño.
La organización agraria había advertido previamente sobre los umbrales negociados para el sector porcino y avícola, que ahora se han traducido en un incremento de las exigencias que alcanzan incluso a granjas de mediano-pequeño tamaño.
Rossend Saltiveri, responsable del sector porcino de Unión de Uniones, lamentó que estas medidas impondrán una carga burocrática inasumible para granjas que apenas cuentan con una UTA (persona dedicada a tiempo completo durante un año a la actividad agraria).
Néstor Serra, responsable estatal del sector avícola de Unión de Uniones, agregó su preocupación por la falta de consideración hacia las granjas que no pueden asumir las mismas exigencias que las grandes instalaciones ganaderas.
“Es lamentable que las calles de Europa y de España estén día sí y día también llenas de tractores y ganaderos advirtiendo de nuestro riesgo de desaparición”, añadió.
Unión de Uniones resalta que estas nuevas exigencias se suman a otras normativas como las de bienestar animal, ambientales o sanitarias, que ya están afectando al censo de las granjas y su rentabilidad.
La organización hace un llamado a la sensibilidad política, recordando que las enmiendas para no aumentar la presión sobre las granjas medianas y pequeñas fueron rechazadas por algunos grupos políticos del Parlamento Europeo.